Elecciones 2021

Fe, sin paz

El partido creado por Momo Venegas, en llamas en un marco de puja por la obra social rural y la estrategia política. El ala bonaerense vs. el jefe nacional.

El Partido Fe, músculo político del gremio de los trabajadores rurales (UATRE), exhibe por estos días un panorama diametralmente opuesto a la indiscutida verticalidad del liderazgo de quien fue su creador, el extinto Gerónimo “Momo” Venegas. Tras el fallecimiento en octubre pasado por covid de Ramón Ayala, quien había sucedido a Venegas al frente del sindicato, se abrió una fuerte puja por el manejo de Osprera, la obra social del personal rural.

 

De un lado se para el diputado nacional y titular nacional de Fe, Pablo Ansaloni, quien recalca que Ayala lo designó en la comisión directiva de Osprera hasta enero de 2024. Del otro, José Voytenco, actual titular de UATRE, que desplazó de la obra social a esa comisión integrada por Ansaloni. En apoyo a Voytenco aparece toda la estructura bonaerense de Fe. También, el líder sindical, anota recientes apoyos de otras provincias donde el Partido Fe está asentado institucionalmente, como Córdoba y Chaco. En efecto, voces cercanas a la cúpula gremial sostienen que la mayoría de los distritos provinciales salieron en apoyo a Voytenco, "desconociendo" la conducción de Ansaloni.

 

En los distintos rincones coinciden en identificar la relevancia que tuvo para UATRE el decreto menemista que, en 1995, habilitó al sindicato a crear y manejar su obra social. “Antes era un gremio con sello de goma”, grafican fuentes de la vieja guardia que ponen en esa caja un hito de despegue de la estructura que luego también parió su brazo político. Ahora, ese bastión está en disputa. Quienes respaldan a Voytenco afirman que, “en los papeles”, el titular de UATRE es, además, quien preside el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (asumió este lunes en el Renatre) y Osprera.  

 

Del lado del diputado nacional aluden a la decisión de la Cámara de Apelaciones del Trabajo, que días atrás falló a su favor y de otros tres integrantes de la comisión directiva. “La Justicia nos dio la razón y ellos no cumplieron con lo que dictaminó”, se quejaron. Actualmente, Ansaloni no está adentro de Osprera. Cerca de Voytenco remarcaron que la situación está judicializada e insisten en la legalidad de las acciones del titular de UATRE.

 

Consultado por Letra P, Ansaloni afirmó que su lugar en Osprera “es legal” por designación de Ayala y que su corrimiento va en contra del estatuto. Amén de eso, ahora desafía a la conducción a llamar a elecciones: “Yo soy legal y me sacaron. Por eso, pido también ser legítimo. Eso es a través de las urnas”. No solo reclama legitimidad vía elecciones en el gremio, sino, también, para el partido. En ese aspecto, los dardos apuntan al ala bonaerense que respalda a Voytenco y tiene como principales caras al presidente de Fe en el orden provincial, el intendente de San Pedro, Cecilio Salazar, y la diputada bonaerense Natalia Sánchez Jáuregui.

 

Kicillof con Salazar, Voytenco y Sánchez Jáuregui. Sintonía.

En diálogo con Letra P, Salazar evitó personalizar críticas y, sobre la situación de Osprera, se limitó a expresar: “Es un grupo minúsculo el que se está oponiendo a esto. Los muchachos se están equivocando. El compañero Voytenco es legítimo secretario general del gremio, presidente de la obra social y presidente del Renatre. Así lo fue con Venegas, así lo fue con Ramón Ayala y así debe ser con José Voytenco”.

 

Estrategias en pugna

Las diferencias también emergen en el campo político. Sabido es que, desde la derrota de Juntos por el Cambio en 2019, Fe inició un proceso de alejamiento de esa alianza –Ansaloni fue el primero en dar el portazo del bloque de JxC– y comenzó un diálogo fluido con el Frente de Todos. Ya en mayo, Ansaloni había expresado Letra P mensajes hacia “la unidad del peronismo”. En agosto, un Zoom partidario –por entonces, con la participación de Ayala como conductor de UATRE– había dado un paso más al manifestar su respaldo al presidente Alberto Fernández y al gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Además, se materializó en reuniones entre Ansaloni y el titular de la Cámara baja nacional, Sergio Massa. En efecto, como diputado, Ansaloni ya vota en sintonía con el FdT, como se observó en la última votación por la nueva movilidad jubilatoria.

 

Ansaloni junto a Massa. El titular nacional de Fe apuesta a la articulación dentro del FdT.

En la estructura bonaerense, tienen otros planes y tiempos. En una reunión reciente en San Vicente –distrito base de Sánchez Jáuregui–, el ala provincial de Fe –con la participación también de Voytenco, ya como sucesor de Ayala– definió ir hacia un fortalecimiento del partido en las distintas secciones electorales y un perfil autónomo. A ese encuentro, además de Sánchez Jáuregui, Salazar y Voytenco, también acudieron concejales de diversos distritos, incluso Mariela Luciani, edil de Colón, distrito base de Ansaloni. En un reportaje al cable local, Luciani dejó en claro que ella responde “al Partido Fe provincial”, despegándose así de su coterráneo.

 

Sobre la estrategia partidaria, Salazar indicó a Letra P: “El objetivo es fortalecer nuestro partido, en el futuro veremos. Las cuestiones electorales se decidirán después de marzo”. De todas formas, brindó definiciones: todas las posibilidades están abiertas, menos volver a JxC, de donde asegura que se fueron porque “nunca nos tuvieron en cuenta”. Y contó que la gota que colmó el vaso fue con la pandemia. “Nuestra recaudación cayó significativamente y nadie de Juntos por el Cambio me llamó para preguntarme qué necesitaba”, se quejó. De ahí, articuló con los seis intendentes vecinalistas y generó una relación aceitada con el gobierno provincial.

 

Reunión del ala bonaerense de Fe con Voytenco. Se apuntó a fortalecer el partido, sin definir el marco de alianzas.

Así, el sampedrino admite un diálogo estrecho con la gestión Kicillof, no descarta futuras articulaciones y asegura: “En el Partido FE, el 99,9% somos peronistas”. No obstante, insiste en que no es momento de dar pasos de corte electoral con el FdT. Tampoco con “Buenos Aires Primero”, el espacio sobre el que está avanzando el grupo de intendentes vecinalistas con los que articula. Salazar destaca las gestiones junto a ellos ante la Provincia pero aclara que esa afinidad no incluye un proyecto electoral. Por eso, no participará de la actividad que, para marzo de 2021, Buenos Aires Primero tiene previsto realizar a modo de lanzamiento formal en Necochea, distrito que administra Arturo Rojas, quien, así, se muestra más cerca de ese armado que de pisar en el plato del Partido Fe, donde supo estar encuadrado.

 

En tanto, Ansaloni tiene una óptica distinta a la del ala bonaerense de su partido. Si fuera por él, Fe ya estaría articulando dentro del FdT, espacio que -sostiene- es donde Ramón Ayala quería estar, no así en la CGT, donde la tropa que respalda a Voytenco imagina un casillero preponderante dentro del futuro consejo directivo. En efecto, desde varias regionales de peso de la central obrera, como La Matanza, salieron públicamente a expresar el “más enérgico rechazo” al “intento de avances antidemocráticos de un pequeño sector de la política encabezados por el diputado nacional Pablo Ansaloni contra Osprera y, en consecuencia, ante la UATRE”.

 

En la conducción de Uatre se cuidan en criticar a miembros del FdT por los movimientos de Ansaloni y explican su actitud en la necesidad de revalidar su banca, pero el diputado nacional refuta visiones de ese tenor y avisa: “No tengo miedo de volver a las bases; soy un auténtico trabajador rural”. Y renueva el desafío: “Que nos den elecciones”. En ese clima, Fe arranca 2021 sin paz.

 

Pablo Corsalini, líder del grupo de intedentes y presidentes comunales del peronismo de Santa Fe.
El ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona e Ignacio Yacobucci, nuevo titular de la UIF.

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