Ligada estrechamente a la suerte que corriese la discusión en la esfera nacional, la negociación del canje bonaerense presenta menos nubarrones en su horizonte luego del acuerdo anunciado por el gobierno de Alberto Fernández con los bonistas. “Se mejoran las perspectivas”, admiten a Letra P con lacónica cautela en el gobierno de Axel Kicillof, una vez iniciada hacia el mediodía de este martes la seguidilla de salutaciones de funcionarios bonaerenses en las redes por la exitosa reestructuración obtenida por el equipo económico nacional encabezado por Martín Guzmán.
“El acuerdo alcanzado con los acreedores privados internacionales es consecuencia de un gran trabajo que permite recuperar la sostenibilidad de la deuda pública”, expresó en un tuit el ministro de Hacienda bonaerense, Pablo López, en un contexto donde, además del frente con bonistas extranjeros, el Ejecutivo mantiene varada en la Legislatura la autorización de endeudamiento.
Con hermético silencio sobre el avance de las conversaciones con los tenedores de bonos bonaerenses –negociación que tiene su fecha de vencimiento el próximo 14 de agosto–, en los pasillos de Economía no despilfarran expectativas e insisten con que “la Provincia sigue trabajando con sus bonistas para buscar una solución a su situación”. Hasta el pasado viernes 31, cuando expiró el último plazo para la negociación –luego renovado por dos semanas–, no había un entendimiento mayoritario con los tenedores.
Con el objetivo de reestructurar más de 7.000 millones de dólares en bonos bajo legislación extranjera, el 23 de abril pasado la administración Kicillof propuso un canje consistente en un periodo de gracia de tres años, una quita promedio del 55% en los intereses y de cerca de 7% en el capital. A lo largo de las discusiones con los acreedores, se realizaron enmiendas a la oferta formal y no es de descartar que se realicen nuevas modificaciones para acercar definitivamente posiciones con el grueso de los bonistas, puliendo plazos y porcentaje de quita sobre intereses.
"Los acreedores están comprometidos, han comprendido mejor cuál es la situación real", sostuvo Kicillof a Letra P en junio pasado acerca de la negociación.
“Es probable que haya un mayor acercamiento y que haya una mejora en la oferta de la Provincia”, consideró en diálogo con Letra P Andrés Wainer, coordinador del área de Economía Política del Instituto para el Desarrollo Económico y Social de Buenos Aires (Idesba), de la CTA de los Trabajadores, quien ahondó que la Provincia “estaba esperando que se llegue a un acuerdo a nivel nacional para encarar el tramo final de la negociación”.
En esa línea, el economista, también investigador de Flacso y Conicet, señaló sobre la propuesta bonaerense: “La oferta original era un poco mejor para los acreedores que la oferta a nivel nacional, lo esperable es que se mejore un poco esa oferta para acercarse a un acuerdo con los principales acreedores, que son en buena medida los mismos actores a nivel nacional, pero que no necesariamente tienen la misma proporción de deuda, la misma importancia”.
Wainer estimó que, al aceptar estos grupos la propuesta de la Nación, “como mínimo hay un piso de que no van a poder rechazar (la propuesta bonaerense) si es una oferta similar o si se acerca a la nacional”.
Sobre los aspectos donde se podría dar una mejora en la oferta de canje bonaerense, el economista de Idesba-CTA analizó: “En principio, en la oferta de la Provincia la quita de capital era muy baja, menor que en la Nación, con lo cual ahí hay muy poco recorte para hacer. Podría ser más un juego con los plazos, pero también puede haber una mejora en términos de retorno de intereses. Seguramente se buscará un equilibrio en donde la Provincia no aparezca pagando más de lo que ofrece la Nación pero mejorando por el lado de los plazos, que eso mejora de alguna manera el valor presente-neto, porque los plazos inciden en cuánto valen esos bonos al momento de realizar el canje”.
Más allá de la negociación con los acreedores bonaerenses, los interrogantes también surgen en torno a la incidencia del acuerdo en puntos pendientes que hacen a la relación Nación-Provincia de Buenos Aires, tales como mayor coparticipación y el retorno de los subsidios al transporte y energía. Se trata de planteos expuestos en otro contexto, previo a la pandemia, pero que no dejan de ser factores que resienten las arcas bonaerenses –más aún bajo la emergencia actual y caída de la recaudación.