María Eugenia Vidal encabezó este jueves su primer acto partidario desde que se conoció que padece coronavirus. Lo hizo con unos 300 integrantes de la Juventud PRO de la provincia de Buenos Aires a través de videoconferencia. Blandiendo nuevamente la bandera de la oposición moderada, los ubicó como escoltas para alejarse aún más del ala dura del espacio y sumar estructura. La agenda del encuentro que se extendió por más de una hora se centró en el trabajo territorial y en una agenda pocas veces vinculada con la nueva derecha, como género y diversidad.
A poco más de una semana de que le diagnosticaran COVID-19 positivo, la exgobernadora retomó los encuentros en los que pretende refundar la alianza partidaria con una visión más moderada, que le permita saltar la grieta, ganar musculatura política y posicionarse como la principal cara visible del espacio. Un objetivo que comparte con su jefe político, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y que la enfrenta a los halcones del macrismo como Patricia Burllrich o incluso el radicalismo como Alfredo Cornejo.
Según pudo saber Letra P, en esta reunión que organizó la presidenta de la Juventud y también diputada provincial, Verónica Barbieri, bajó línea sobre esta idea, aunque se centró principalmente, a diferencia de otros intercambios con dirigentes, en responder preguntas y moderar debates respecto a temas vinculados a género y diversidad, a la vez que indagó sobre los trabajos territoriales que vienen llevando adelante en los distintos distritos, como apoyo escolar a la distancia, fabricación de barbijos y asesoramiento a adultos mayores en medio de la pandemia.
En su octavo día de enfermedad se mostró con buen ánimo y estado de salud. Sólo comentó que aún permanece la pérdida del gusto, y que no tiene otros síntomas vinculados al virus como fiebre, sudoración o problemas derivados de la falta de dinámica respiratoria. En lo que queda del año esperan nuevos encuentros con los jovenes amarillos que hoy comanda Barbieri, hoy la legisladora más representativa del intendente de Vicente López y presidente del PRO bonaerense, Jorge Macri.
En síntesis, la exmandataria “dedicó más tiempo a escuchar que otra cosa”, comentaron a Letra P fuentes que participaron del encuentro virtual, aunque nada se dijo, como era de esperarse, sobre las otras escuchas que la vinculan junto a su exministro de Seguridad, Cristian Ritondo, y el exsecretario de Asuntos Municipales, Alex Campbell, a un entramado de espionaje ilegal.