El presidente Alberto Fernández calificó de "dislate jurídico de magnitud" la decisión del juez de la convocatoria de acreedores de la empresa Vicentín, Fabián Lorenzini - a cargo del tribunal Civil y Comercial de Reconquista que restituyó la administración de la cerealera a sus directivos- y advirtió que, si no se atiende la opción presentada el viernes por el gobernador Omar Perotti, no queda “otro camino más que la expropiación".
"Son llamativas las conclusiones a las que llega el juez, con el que absolutamente discrepo. Es disparatado. Es dictado por alguien que tiene culpa de hacer lo que está haciendo. Es alguien que dice que no puede hablar de la constitucionalidad de un decreto y al mismo tiempo resuelve dejarlo de lado", indicó el Presidente en diálogo con El Destape Radio. “Está hablando de un DNU, que tiene la fuerza de ley. Es como si un juez dijera que no va opinar sobre la calidad de esta ley, pero no le voy a hacer caso a esta ley. Es realmente un dislate jurídico de magnitud”.
“Ni lo conozco al juez, siento por él el respeto que merece toda persona que no conozco. Pero por su acción pública, la verdad, es muy llamativo el fallo. La decisión del juez es reprochable, no ha evaluado adecuadamente. Ha tenido en cuenta el microclima de la zona y no los criterios de legalidad y justicia”, agregó.
Consultado si el Gobierno analiza retomar la decisión anunciada hace una semana, dijo: “Estoy dispuesto a hacer lo que dije el primer día y hay dos vías: concurso o expropiación. El gobernador trajo la solución de ir por concurso. El que parece no estar de acuerdo es el juez. El juez hay que explicarle que DNU tiene el peso de las leyes, no es una decisión del Ejecutivo. Dijo que no iba a opinar de la constitucionalidad del DNU, pero a la vez lo desobedeció”.
En esa línea, destacó la propuesta presentada el viernes por el gobernador de Santa Fe: “Valoro enormemente el esfuerzo de Perotti y espero que el juez nos de la derecha", dijo el mandatario y advirtió: "Si no me dejan esta opción, no tengo otro camino más que la expropiación".
Además, repitió que sigue "buscando los caminos para que el Estado se haga cargo de la cerealera Vicentín, resuelva los problemas y tengamos una empresa que nos permita ver como ese mercado funciona y se desarrolla".
Fernández indicó que Sergio Nardelli, CEO de la empresa, se reunió antes de su asunción con el ahora ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y le pidió que el Estado se hiciese cargo de la empresa. “No podemos dejar que esos mismos accionistas sigan al frente de la empresa”, dijo y resaltó que su propósito es que “el Estado tenga la mayoría accionaria".
El Presidente, además, sostuvo que le sorprendió “el rechazo social a la expropiación”. “El que pidió la intervención del Estado y que el estado se haga cargo fue Nardelli y la única posibilidad cierta que vislumbre fue la expropiación”, añadió.
“Acá no estamos contra la propiedad privada, estamos rescatando una empresa en quiebra y los dueños vienen a verme a mi para que el Estado se haga cargo”, dijo. Además, se refirió al banderazo convocado por el sector del agro: “Hay gente que está confundida. Avalan gente que tienen un nivel de cuestionamiento alto. Hay un comité de banco internacionales que pidieron una investigación en Nueva York. ¿Eso es hacer patria?”.