Detrás de escena | Reunión Gobierno y Acindar

La amenaza que Perotti eligió ver como oportunidad

La gigante del acero pidió ampliar el número de operarios permitidos para cumplir con un despacho bajo advertencia de operar en Brasil. El gobierno aceptó. El fantasma de sentar precedentes.

La reunión convocada por la acería Acindar, del grupo Arcelor Mittal, en su planta de Villa Constitución, se dio en un ambiente cordial, alejado de tensiones. Los gremios metalúrgicos estaban conformes con el acuerdo de suspensiones al que habían arribado tres días antes, mientras que los representantes del gobierno se sentaron a escuchar una propuesta para ampliar la producción que les sonaba dulce de antemano. Pero la cordialidad tuvo su minuto ciego cuando los ejecutivos de la multinacional le sumaron riesgo a su pedido. “Si no logramos ampliar la cantidad de operarios activos para abastecer desde la planta local nuevos despachos, podemos hacerlo desde la planta de Brasil”, advirtieron promediando la charla, según confiaron a Letra P tres participantes de la misma.  

 

 

El sector manufacturero industrial está en niveles bajos y la acería se presenta como garante de ese impulso. “Era una pena y error no aprovecharlo”, entendió un funcionario que supo los detalles de la reunión. Lo vieron como una oportunidad más que como una advertencia. Incluso aclararon que la habilitación otorgada fue producto del consenso y no de condiciones que bordean la presión.
 

 

 


Reunión en planta Acindar

 

 


Tal es la ficha que el gobierno le pone a las exportaciones que fue una de las solicitudes que se le plantearon al Ejecutivo nacional en las reuniones con los gobernadores. Santa Fe tiene una diversificación industrial importante para exportar, y ante el peligro de sanciones por incumplimiento de contrato o de perder las órdenes de compra del exterior, como podía ser el caso de Acindar, el gobierno santafesino prefirió a contener.

 

En rigor, la empresa planteó el aumento de la producción y para ello la incorporación de más personal, unos 700 operarios por turno. A principios de esta semana, la provincia habilitó a 1.183 con la celeridad solicitada. La habilitación requería ser inmediata sino podrían derivar ese despacho puntual de 30 mil toneladas a Brasil, donde lo producirían y exportarían, y mantendría cupo.

 

Desde Acindar buscaron despejar fantasmas y dijeron a Letra P que la idea siempre es producir localmente y volver a la normalidad operativa cuanto antes. Desde UOM, su secretario general, Pablo González, consideró que despachar en Brasil significaría sentar precedentes peligrosos.

 

 

 

 

 

Al salir de la reunión, el ministro de Trabajo calificó a la reunión como “muy productiva” y como un “ejemplo de trabajo conjunto en este momento donde se necesita de articular con todos los actores para reactivar la economía y sobre todo reforzar la seguridad de los trabajadores”.

 

Esto último es otra cuestión importante. Hasta ahora venían operando de manera casi nula en la planta y de repente se volcarán más de mil empleados a las instalaciones. Por eso es que antes de la reunión central, UOM conversó con el ministro y le planteó la necesidad de inversión de la empresa para mantener los protocolos sanitarios que son complejos en una industria semejante.

 

 

La Cámara de Diputados retomó la sesión tras el cuarto intermedio y los incidentes
Postal de un jueves infernal: La policía de Santa Fe tratando de cerrar una de las puertas de la Legislatura para evitar que ingresen manifestatntes. 

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