Política & Negocios

Comedores escolares, los bastiones que alimentan los tentáculos del Grupo L

El holding de los Lusardi logró expandirse con este servicio en distritos del conurbano amarillo y los intervenidos durante la era Vidal. Potencialidades en la crisis y conflictos distritales.

Con una expansión sostenida durante varios años en la provisión del servicio alimentario en diversos estamentos estatales, el Grupo L –el holding comandado por la familia Lusardi que le vendió productos con sobreprecios al gobierno de Alberto Fernández- registró un significativo crecimiento durante la era Cambiemos, no sólo por las millonarias adjudicaciones otorgadas por la gestión Vidal para distintas dependencias bonaerenses, sino, también, por el desarrollo de sus unidades de negocios dentro del campo del Servicio Alimentario Escolar (SAE). Actualmente, concentra buena parte de esas operaciones en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, sobre todo, en distritos en los que se asentó de la mano de administraciones PRO.

 

La municipalización de los comedores dispuesta por la pasada administración provincial, como así también la intervención vidalista en algunos consejos escolares fueron hitos clave para el avance del Grupo L en comedores de numerosos establecimientos educativos. En algunos casos, se emplazó con la particularidad de repartir el servicio entre dos empresas del grupo, como ocurrió el año pasado en Tres de Febrero, donde Blue Catering y Teylem fueron las ganadoras por casi $125 millones. Esto, sin contar los servicios que presta en otros distritos del GBA Cook Master, firma diferenciada del Grupo L pero también comandada por los Lusardi. De hecho ambas, desde septiembre pasado, son socias en el control de la escuela de gastronomía del Instituto Superior Mariano Moreno.

 

 


En la actualidad, esa empresa del Grupo L conserva tres zonas del distrito hoy comandado por Guillermo Montenegro (PRO). “Tuvieron que acomodarse al sistema que había acá, un contacto más de ida y vuelta con nuestras escuelas, cosa que las empresas grandes se manejan como tales y no lo tienen. Acá tuvieron que poner gente que tiene ese trato diario con la escuela, muy similar a como trabajamos nosotros. Al principio tuvieron muchas quejas, después se fueron acomodando”, detalló a Letra P el titular de Proveedores del Servicio Escolar Bonaerense (Prosaeb), Marcelo Luzzi, quien, como proveedor marplatense, fue uno de los que alzó la voz con mayor fuerza durante el polémico desembarco del Grupo L al distrito.

 

Luzzi ponderó la inyección de recursos para comedores anunciada esta semana por Axel Kicillof –“El Gobierno reaccionó rápidamente”, dijo- aunque hizo foco en un problemática que se dispara en los pequeños y medianos proveedores: “El Gobierno triplica la inversión, está bueno porque se puede llevar un bolsón de mercadería contundente a los chicos. Pero el problema que tenemos ahora los proveedores es el desfinanciamiento. Al triplicarse lo que tenemos que destinar a bolsones, es triplicar la inversión y no están todos los proveedores en condiciones de comprar esa cantidad de mercaderías”.

 

Al recalcar que “la mayoría de los proveedores de la provincia son pymes que se las rebuscan como pueden”, marcó diferencia con el Grupo L y su capacidad para responder con el servicio en este contexto de crisis: “Obviamente son monstruos”, rotuló sobre la potencialidad del holding de los Lusardi.
 

 


En este escenario, para que no se asfixie la capacidad de maniobra de los proveedores pequeños, Luzzi pidió: “La única que nos puede auxiliar es la banca oficial, que no lo está haciendo, o la Provincia directamente adelantando quizás un mes completo, que nos permitiría poner en funcionamiento un engranaje que incluso nos permitiría comprar más barato, porque, al tener que comprar desesperadamente lo más cerca, compramos mal”.

 

Para dejar atrás la huella de conflictividad de su arribo al distrito, en Mar del Plata el Grupo L supo realizar acciones enmarcadas en su "programa de Responsabilidad Social empresaria". Hizo lo mismo en otro distrito donde la intervención de la gestión Vidal estuvo signada por la tragedia: Moreno.

 

En el municipio donde se produjo la explosión que en agosto de 2018 se cobró la vida de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, la intervención del Consejo Escolar por parte de los funcionarios vidalistas no solo fue apuntada por el caótico panorama edilicio, sino, también, por el servicio de comedores escolares, del cual Blue Catering era uno de los proveedores. “El SAE en la etapa de la intervención fue malo, pobre y caro”, resumieron a Letra P desde Suteba Moreno.
 

 


Y añadieron que, tras el fin de la intervención con la asunción de las nuevas autoridades en diciembre pasado, el Servicio Alimentario Escolar pasó a manos del municipio comandado por Mariel Fernández (Frente de Todos) pero que aún no se pudo avanzar sobre la revisión de los procesos de licitación y selección de proveedores durante la intervención. Aquí, apuntan a los cinco consejeros escolares que responden a Cambiemos por “obstaculizar” esa tarea post normalización.

 

Por lo pronto, bajo el actual esquema de emergencia, voces de la comunidad educativa del distrito dieron cuenta de recientes conflictos y disputas entre las nuevas autoridades y los anteriores proveedores. Con ese telón de fondo, la lupa se posa sobre las relaciones entre la intervención cambiemista y el Grupo L.

 

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