Ante la escalada de reproches públicos y el fogoneo de la oposición en torno a la polémica por la liberación de presos, Alberto Fernández y Axel Kicillof salieron a dúo a desactivar esas crisis y dejaron en claro que la decisión corre por cuenta de los jueces. En paralelo, el Presidente y el gobernador de la provincia de Buenos Aires se expresaron en Twitter sobre el tema y remarcaron que es "falso" que exista un plan del Frente de Todos para "liberar masivamente presos".
"Además, es totalmente inverosímil porque pura y simplemente el Poder Ejecutivo no encarcela, ni libera ni decide libertades condicionales", aclaró Kicillof en un hilo de mensajes que publicó en esa red social. Por su parte, Fernández habló de una "campaña mediática" para acusar "al Gobierno que presido de querer favorecer la libertad de quienes han sido condenados".
La defensa de ambos gobernantes llega horas después de que parte de la oposición al peronismo y algunos referentes de la cultura convocara a un cacerolazo en repudio al Gobierno por la liberación de presos.
La polémica se suscitó luego de que el juez de la Cámara de Casación bonaerense Víctor Horacio Violini emitiera un pedido que abrió la puerta para liberación de 2.300 reclusos. Entre ellos hay una serie de casos de abuso sexual infantil, en donde los acusados regresaron a sus barrios y volvieron a estar cerca de sus víctimas.
"En Argentina la solución del problema está en manos de los tribunales. Son los jueces naturales quienes, de considerarlo necesario, disponen libertades. Las cámaras de casación han hecho muy oportunas recomendaciones para hacer frente al problema", explicó Fernández.
Además, el Presidente remarcó que "el riesgo de contagio se potencia en los lugares de mucha concentración humana por lo que las cárceles se convierten en un ámbito propicio para la expansión de la enfermedad". En ese sentido,