NUEVO CICLO | SANTA FE

Sain juega todo a su reforma policial y advierte a Perotti que sin ella se va

Ataja operaciones y devuelve llamaradas al jefe de la policía. Volvió del silencio y marca la cancha respecto a su plan de seguridad. “Si no sale, me voy”, le avisa al propio gobernador.

Existen designaciones de ministros que de antemano pueden advertirse como complejas por la personalidad fuerte y modos de trabajo particulares del dirigente en cuestión. Es el caso del ministro de Seguridad de Santa Fe, Marcelo Sain, quien esta semana volvió a ser protagonista con un cortocircuito con el jefe de la policía santafesina, y hasta condicionó su permanencia al apoyo del gobernador Omar Perotti en su reforma policial y seguridad pública.

 

Después de unos meses de perfil bajo, Sain salió a contener supuestas operaciones y a aclarar que él es el cerebro en la seguridad y Perotti el que decide. Pero también mostró que es capaz de marcar los límites y avisa: "Si Omar (Perotti) no va por la reforma integral del sistema de seguridad y policial, tal como lo estamos planificando, yo me voy”. Esa condición sine qua non la había marcado antes de ser ministro en una entrevista con Letra P. "Lo único que me alienta es la reforma y modernizacion del sistema policial", se lo escucha decir en un audio viralizado. 
 

 


Puede haber un paralelismo con Sergio Berni, no en cuanto a lo ideológico o procedimental, pero sí respecto a sus improntas fuertes. A dos meses de haber asumido como ministro de Seguridad bonaerense agitó el verano político al plantarse contra la ministra de la Nación, Sabrina Frederic. Sain también hizo lo suyo al jugar al borde de lo institucional contra la oposición mientras una ola de crímenes oscurecía el verano santafesino.

 

Sain avanza en el Plan de Modernización Normativa que tiene tres ejes: la ley de seguridad pública provincial para articular las estructuras y actores, una nueva ley del sistema policial, y el proyecto de control policial con los requerimientos disciplinarios.

Perotti lo respaldó ante los cuestionamientos, en parte, porque estaba ante una encerrona generada por el mismo cuando lo eligió un mes atrás, incluso contra resistencias internas. En cambio, a Axel Kicillof se lo enchufaron. Fue la propia Cristina Fernández, de quien Berni considera ser su soldado.

 

“Si Omar (Perotti) no va por la reforma integral del sistema de seguridad y policial, tal como lo estamos planificando, yo me voy.” (Marcelo Sain)

Sain no es un soldado, pero acata las órdenes de Perotti. “La conducción de Omar es unívoca, si no respetás sus decisiones, no durás dos minutos”, confió a Letra P un dirigente que conoce de cerca al rafaelino. El ministro puede llegar a marcar la cancha con sus condiciones, pero no come vidrio.

 

Se trata de un cuadro muy formado académicamente que confía ante todo en su capacidad, al punto de colocarla como limitante: más allá no hay. Ahí se explica su decisión de no continuar en caso de no avanzar con la reforma policial. El gobernador lo sabe, pero por las dudas se lo recordó.

 

Ese estilo es el que hace ruidos en el Gabinete y en satélites de menor rango, como sucedió esta semana con el jefe de la policía santafesina, Víctor Sarnaglia. La discusión de fondo es que el ministro entiende que el jefe policial sólo debe limitarse a lo operativo sin llegar a darle puntos de vista al gobernador como habría ocurrido. No quiere que lo puenteen. 

 

Sain estalló luego de que, presuntamente, Sarnaglia revelara en ciertos ámbitos el fastidio del ministro por el acercamiento con Perotti. Le endilgó al jefe policial una operación de prensa con intenciones políticas. Cuando ve una amenaza, avanza.
 

 


Sarnaglia y una tensión con el ministro de Seguridad (Crédito: Vanesa Fresno)

 

"El día que yo entienda que un mero jefe operativo toma decisiones políticas en el Ministerio, el ministro ya no tiene nada que hacer", lanzó, una vez más, marcando el alcance de su permanencia en el gobierno. Desde la gestión descartan razones para un foco de tensión entre Perotti y Sain. “Seguramente hay discusiones, pero no más de lo que habitualmente ocurre en ese nivel de estrés”, afirmaron.

 

Lo cierto es que trabajar con personalidades de este calibre está en los cálculos de quienes lo designan. El ejemplo no podría ser más claro: días antes de la asunción del nuevo gobierno santafesino, aparentemente hubo reproches del ministro por el jefe policial.

 

El ADN no se puede cambiar. Pero toda aceptación de modos queda sin efecto cuando se bordean los límites. Berni retrucó al mismísimo presidente Alberto Fernández y casi rompe todo. Sain, por ahora, insinuó ser lo suficientemente capaz de tensar los vínculos.  

 

Horacio Rosatti se pone al frente del cambio de procedimiento penal federal. (NA)
Martín Lousteau y Maximiliano PUllaro durante el proceso electoral.

También te puede interesar