El Comité Directivo del grupo que representa a tenedores de bonos bonaerenses que poseen más del 40% de la deuda externa de la provincia de Buenos Aires rechazó la propuesta de reestructuración que el gobierno de Axel Kicillof dio a conocer la semana pasada.
Bajo esa postura, cuestionaron que el Ejecutivo provincial "en lugar de entablar negociaciones" optó "por lanzar una oferta de intercambio unilateral que no se basa en políticas creíbles que los acreedores pueden apoyar", y que los términos de dicha propuesta “no reflejan la verdadera capacidad de pago de la Provincia”.
Mediante un comunicado al que tuvo acceso este medio, los representantes de esta significativa porción de bonistas reconocieron "las dificultades que atraviesa la Provincia", razón por la cual afirman haber presentado "propuestas que abordan los desafíos de corto plazo, proporcionando más de 3.300 millones de dólares de alivio del servicio de deuda externa en los próximos cuatro años", consignaron.
Días atrás, la administración bonaerense presentó una oferta tendiente a reducir en 5 mil millones de dólares la carga total de la deuda en el período 2020-2030, contemplando un periodo de gracia de tres años (2020, 2021 y 2022), una quita de capital de aproximadamente el 7% y de 55% en intereses, en el marco de una situación económica que la Provincia definió como “extremadamente compleja".
El rechazo proviene del grupo de bonistas asesorados por Mens Sana Advirsors y Broadspan Capital LLC, los cuales en febrero pasado habían accedido a la propuesta bonaerense de reprogramar para mayo el vencimiento del bono BP21, oferta que finalmente quedó trunca por la intransigencia del fondo Fidelity.
También, confirmaron en marzo pasado su predisposición a avanzar en negociaciones por la reestructuración de títulos. Sin embargo, este lunes, al manifestar su rechazo, vaticinaron: "Esta postura probablemente haga fracasar la reestructuración, llevando a una potencial cesación de pagos y un prolongado periodo de incertidumbre que inhibirá la inversión y la recuperación económica de la Provincia".
Bajo esa tesitura, los representantes de los acreedores pidieron a la Provincia "que abandone su postura unilateral y se comprometa a negociar de buena fe", a la vez que enfatizaron que la reestructuración de la Provincia debe basarse en una evaluación de su situación financiera, siendo ésta diferente de la del gobierno nacional".
El Comité Directivo de este grupo de bonistas cerró manifestándose "dispuesto a seguir trabajando de buena fe con la Provincia para hacer frente a sus actuales dificultades financieras".