ENTREVISTA | MIGUEL LIFSCHITZ

“La impronta del Presidente apunta a terminar la grieta”

El exgobernador, reelecto presidente de Diputados en Santa Fe, destaca la impronta de Fernández al frente de la pandemia. La grieta con Perotti y el ping pong con CFK, Macri, Larreta, Corral y más.

Cuatro Zoom por día, en promedio, tiene el exgobernador de Santa Fe Miguel Lifschitz. Con “mucho tiempo” en su casa, el presidente de la Cámara de Diputados santafesina le dedica tiempo a la lectura y bucea en las diversas plataformas de videoconferencias. Bajo esa vía, le concedió una entrevista a Letra P, a horas de que la Legislatura lo ratificara de manera unánime, este jueves, como líder de la Cámara baja. El exmandatario fue elogioso del tono que eligió el presidente Alberto Fernández y amainó el enfrentamiento político que mantiene con el gobernador Omar Perotti. “La impronta del Presidente apunta a terminar la grieta”, ponderó el socialista, quien avisó que no descarta la chance de ser candidato el año próximo y competir por una banca en el Senado de la Nación.

 

BIO. Nació el 13 de septiembre de 1955 en Rosario, Santa Fe. Es ingeniero civil. Estudió en la Universidad Nacional de Rosario, donde empezó a militar en el Movimiento Nacional Reformista, brazo universitario del Partido Socialista Popular. En 2003 fue electo intendente por el Frente Progresista. Fue reelecto en 2007. En 2011 asumió como senador por el Departamento Rosario. Cuatro años después, fue electo gobernador. Actualmente es el presidente de la Cámara de Diputados de la provincia.

 

-La pandemia le da centralidad a los oficialismos. ¿A los opositores les cuesta encontrar su lugar?

 

-Es natural que ocurra en cualquier crisis o emergencia, siempre le da una centralidad a los Ejecutivos. Se va a mantener en un cierto tiempo, pero es importante que, más allá del protagonismo, el Estado de derecho siga funcionando, las instituciones democráticas sigan funcionando y, en ese sentido, la Legislatura provincial y el Congreso de la Nación tienen un rol muy importante. Sería inteligente no dejar de lado a las Legislaturas.

 

-¿Por qué Santa Fe luce agrietada? ¿Es responsabilidad de quién?

 

-No era habitual ese clima político, esa descalificación agresiva en la provincia. Santa Fe siempre se había caracterizado por un clima de convivencia muy reconocido. Pero fue el clima que instaló el gobernador Perotti desde que asumió. La realidad, la crisis, el paso del tiempo han ido diluyendo ese ánimo confrontativo. La crisis no admite esos escenarios agrietados, la sociedad y el sentido común exigen a los gobernantes máxima prudencia en sus expresiones. El presidente Fernández, en ese punto, ha marcado una impronta muy clara, y eso debería trasladarse a los ámbitos provinciales.

 

 

REELECTO. Con el aval de sus 49 pares, Lifschitz fue reelecto presidente de la Cámara baja santafesina. Lo votaron socialistas, peronistas, radicales, macristas, celestes y la izquierda. Sorteó así cuatro meses de mucha tensión con el Ejecutivo que lidera Perotti. Le rescataron su vocación de diálogo y le encomendaron “una enorme responsabilidad”, la de conducir la Legislatura en tiempos de pandemia, tiempos donde la sociedad castiga el enfrentamiento entre poderes.

 



-¿Tiene un balance de estos cuatro meses de gestión de Perotti?

 

-No. Es muy prematuro para balances. Máxime cuando a tan pocos meses se ha visto la realidad atravesada por una crisis imprevista, que obliga a todos los niveles de gobierno a repensar sus prioridades. Hay que darle tiempo al gobierno para que pueda plasmar su impronta.

 

-Usted insistió hasta el hartazgo con el concepto de romper la grieta. ¿El presidente Fernández vino a ocupar ese lugar?

 

-La impronta que le ha dado el Presidente desde su inicio, y que se ha acentuado a partir del marzo con la pandemia, apunta en esa dirección. A buscar acuerdos, consensos con la oposición, espacios de concertación. Es inteligente y útil para transitar este momento de crisis, pero también para pensar en construir políticas de Estado más sustentables, sólidas, con mayores niveles de acuerdo político y social para el futuro.

 

 

 

-¿Se lo imaginó al expresidente Mauricio Macri comandando esta situación de crisis?

 

-Hubiera sido muy difícil para el gobierno anterior enfrentar este escenario con un estilo confrontativo como el que sostuvo durante todo su mandato. Además, con una mirada sobre la economía y la sociedad que no son las que se necesitan para pensar el desarrollo de la Argentina y mucho menos en una situación de crisis.

 

-¿Qué opina de la oferta que el ministro Guzmán hizo a los bonistas?

 

-Pareciera una propuesta razonable, que obviamente no será definitiva. Supongo que será una base de negociación para llegar a un acuerdo. Argentina necesita recuperar su economía y no puede hacerlo si al mismo tiempo tiene que estar destinando buena parte de sus recursos al pago de la deuda externa. Un periodo de gracia de tres años parece lógico, habrá que ver hasta dónde se puede llegar en las negociaciones. El respaldo de todo el arco político le da una gran fortaleza a la propuesta.

 

 

 

-¿Está de acuerdo con el impuesto a grandes fortunas que propone el oficialismo en Diputados?

 

-En líneas generales me parece bien orientado, no lo conozco en detalle. Es una medida acertada en la emergencia, no debiera quedar solo allí. Argentina tiene un debate pendiente sobre la base tributaria y cómo redistribuir la carga de una manera más equitativa, progresiva y justa. Este debate debiera ser solo el principio de algo más profundo.

 

-¿Se mantendrá el mapa de tercios en Santa Fe?

 

-El escenario ha cambiado. El proyecto que encarnó Cambiemos y representó Macri claramente ha mostrado su fracaso, sus limitaciones. El Frente Progresista en Santa Fe está recuperando protagonismo y espacios de representación política, convirtiéndose en la única oposición real al gobierno de Perotti. La realidad electoral del año próximo no va a tener nada que ver con los anteriores y va a volver a reestablecerse una polaridad entre el justicialismo, que habrá que ver si al momento electoral logra mantener el conjunto de esa fuerza política, y el espacio progresista.

 

 

 

-¿Hay margen para el armado de un frente no peronista en Santa Fe?

 

-Nunca hemos pensando en términos de anti o no peronismo. Siempre hemos buscado, a nivel provincial y nacional, conformar espacios programáticos. No nos pensamos como una antítesis al peronismo, sino como un proyecto alternativo que tiene bases programáticas claras.

 

-¿Por qué sobrevuela una tensión permanente entre el socialismo y Javkin?

 

-Tensiones no, a veces hay diferencias de opinión que tienen que ver con la diversidad política del Frente. Son diferencias tácticas, coyunturales, menores a la hora de construir un proyecto político en el que todos coincidimos y en el que venimos trabajando hace muchísimos años. El gobierno de Javkin en Rosario mantiene una continuidad de pensamiento, ideas, con una impronta totalmente renovada.

 

 

 

-¿Por qué Javkin desliza constantemente que no le dan el lugar de liderazgo que merece?

 

-Los liderazgos en política se construyen, se van ganando. Si miramos un año atrás y la realidad de hoy, hay una referencia que ha construido Pablo a partir de su triunfo electoral del año pasado. Ahora tendrá también que ganarse su espacio como intendente, gestor exitoso. Para eso tendrá que transcurrir un tiempo más largo, acentuarse y afirmarse en su gestión local.

 

-¿Es descabellado pensarlo a usted candidato el año que viene?

 

-No es un tema que esté en análisis, aunque siempre está en el imaginario. Va a ser una elección importante la de medio término. Los senadores nacionales de la provincia, desde hace bastante tiempo, han tenido un rol opaco o de bastante poca presencia política en el ámbito nacional y provincial. Es un lugar de representación política importante para la provincia. Los senadores, en otras provincias, juegan un rol muy fuerte.

 

-Lo analiza entonces...

 

Sí, no lo descarto. Me siento cómodo en el lugar donde estoy, liderando un bloque muy grande como el del Frente Progresista y trabajando en una provincia en la que me siento muy cómodo, pero no descarto en absoluto la posibilidad de poder encarnar un proyecto político, representar al Frente Progresista el año próximo en el Congreso.

 

 

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