El contacto permanente entre el presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, para coordinar la lucha contra la pandemia aparece como el dato más destacado del congelamiento, por lo menos hasta que pase la crisis sanitaria que sacude al mundo entero, de la grieta política. No obstante, hay sectores de la oposición que buscan agitar las diferencias, aún cuando la sociedad parece respaldar "el espíritu colaborativo" de los dirigentes.
"En este momento, la sociedad está más permeable a figuras que busquen consensos y no los discursos virulentos", asegura la politóloga y especialista en comunicación política Bárbara Bravi en diálogo con Letra P. Además, analiza los nuevos vínculos que podría dejar la pandemia y considera que "la clave" para superar la crisis será la búsqueda de consensos políticos.
-¿Por qué Fernández y Rodríguez Larreta tienen una imagen positiva tan alta en las encuestas?
-Sus liderazgos generan confianza en la sociedad y eso se refleja en las encuestas. La sociedad vive un momento de incertidumbre y necesita líderes que tomen decisiones. Con las medidas que adoptaron y sus formas de comunicar, ambos demostraron una fortaleza en su conducción y los ciudadanos lo valoran.
"Los liderazgos de Fernández y Larreta generan confianza en la sociedad y eso se refleja en las encuestas. La sociedad vive un momento de incertidumbre y necesita líderes que tomen decisiones."
-¿Larreta puede transformarse en el nuevo líder de la oposición?
-Sí, tiene las características necesarias para serlo. Su lugar de territorio es un arma muy poderosa y, si gestiona de manera correcta esta crisis, podría ser el líder de la oposición. Además, representa la imagen de consenso en un momento complicado. La Argentina va a necesitar de mucho consenso para salir adelante. Larreta es un político que tiene una fuerte vinculación y un gran reconocimiento en otros espacios políticos. De acuerdo a los resultados que tenga, podrá tener o no una competitividad electoral mucho mayor.
-¿Cree que será posible una unidad política para la recuperación de la Argentina post pandemia?
-El tester para la clase política es la opinión pública en general. En este momento, la sociedad está más permeable a figuras que busquen consensos y no los discursos virulentos. El sistema político necesitará de muchos consensos para superar la crisis sanitaria y económica. Hay un fenómeno que pasa en todo el mundo: los países dejaron de lado la cooperación internacional y se empezaron a cerrar. Esa situación también se ve en la política interna de cada país y Argentina no está exenta. Cada provincia y cada municipio toma las medidas que cree más adecuadas para sus ciudadanos. La clave estará en poder coordinar las medidas y que todos trabajen de manera consensuada.
-¿La crisis sanitaria dejará una revalorización de las políticas públicas?
-Es una gran incógnita. Lo que ahora se pone en juego es el diagnóstico de cuáles son las áreas esenciales. La crisis sanitaria va a demostrar que la salud, la educación, la ciencia y la tecnología son pilares fundamentales en un Estado.
-¿Qué aprendizaje puede dejar esta crisis a los argentinos?
-Ante una amenaza externa, los ciudadanos podemos dejar las diferencias de lado y trabajar cooperativamente. Esto también incluye a la clase política. En este momento, hay un bien superior mayor, como la salud, que nos obliga a abandonar intereses particulares.
