Apenas Alberto Fernández anunció que presentará un nuevo proyecto para la Interrupción Voluntaria del Aborto (IVE), los diputados y los senadores del bloque del Frente de Todos comenzaron a transitar una cuenta regresiva determinante, pero muy diferente a la votación de 2018, cuando usaban el traje opositor a la administración del entonces presidente Mauricio Macri y discutían una iniciativa ajena. El escenario que se avecina, según admiten las fuentes oficialistas consultadas, no sólo será muy distinto al de hace dos años. Además, pondrá a prueba la capacidad de los bloques oficialistas del Congreso para defender y, sobre todo, respaldar la iniciativa del Presidente, que, en el desierto de la renegociación de la deuda, necesita triunfos políticos para construir poder y consolidar su liderazgo, incluso al interior de la coalición gobernante.
En ese mapa de arena, el mayor obstáculo está ubicado en el Senado, donde la iniciativa puede volver a trabarse luego de la aprobación en Diputados que, con el apoyo de la Casa Rosada, podría obtener más números de los esperados.
Aunque los números son favorables en la Cámara baja, el diputado Eduardo Valdés, católico confeso y amigo del papa Jorge Mario Bergoglio, fue el primero en ponerle rostro y nombre a las dificultades que tendrá el panperonismo para lograr que la votación sea unánime en el oficialismo a favor del proyecto de Fernández. “Yo no puedo votarla (por la positiva)”, le anticipó al canal C5N pocas horas después del discurso del Presidente ante la Asamblea. La foto de la “unanimidad”, según admiten las fuentes consultadas en el conglomerado oficialista, “no sucederá ni será posible”, porque, así como Valdés dijo públicamente que no puede respaldarla, la resistencia confesional puede ser mucho mayor en el Senado.
CELESTE RABIOSO. El formoseño José Mayans, que preside el bloque oficialista en la Cámara alta, ya emuló a Valdés: cruzado antiabortista, les confirmó a sus pares que mantendrá la posición que tuvo hace dos años. Pero el espejo del pasado reciente aporta otras diferencias en el Senado. La vicepresidencia no está a cargo de una confesa antiabortista como Gabriela Michetti, sino en manos de Cristina Fernández de Kirchner, que hará valer su punto de vista, aunque el alcance de su fuego dependerá de la arquitectura que tengan los proyectos que firme el Presidente.
Junto al nuevo texto de IVE, el Ejecutivo presentará otros proyectos para contener algunos reclamos de los credos religiosos y de sus representantes políticos. Uno de ellos tiene que ver con la protección de los primeros “mil días”, entre la gestación y los primeros meses, dentro de una batería de iniciativas “compensadoras” que podrían incluir una reforma en el sistema de adopción.
Del otro lado del mostrador, en el interbloque de Juntos por el Cambio, ya anticiparon que darán libertad de acción a sus legisladores en ambas cámaras. “No hay margen para la verticalidad y tampoco la hubo en 2018, pero al peronismo le pasará lo mismo porque hay convicciones muy importantes en juego”, confió a Letra P un diputado del PRO que desembarcó en el recinto en diciembre pasado y votará a favor del proyecto, aunque aguarda conocer la letra de cada iniciativa que mande el Presidente.