Sumergido en la campaña de frenar la curva de contagio del coronavirus, el Gobierno bonaerense dispuso medidas en el plano educativo para garantizar que los contenidos curriculares y la provisión de alimentos llegue a los alumnos y las alumnas e inyectó dinero extra a los establecimientos educativos para reforzar la higiene y limpieza pese a que los alumnos no concurren al establecimiento. En tanto, se preparan para otra eventualidad: dar clases virtuales si el avance de la pandemia obliga a seguir con las aulas sin alumnos.
La decisión que tomó el gobierno nacional de suspender el dictado de clases en los tres niveles educativos activó el plan de contingencia en territorio provincial y la Dirección General de Cultura y Educación (DGCyE) que conduce Agustina Vila definió para que este mes se aumenten los fondos para productos de higiene y limpieza en un 60%. Se destinaron casi 59 millones de pesos ($58.800.000) y se activó un protocolo de limpieza y desinfección para que aplique el personal auxiliar, tanto para superficies como para insumos de trabajo.
Además se puso en marcha el programa de continuidad pedagógica. Se imprimieron 648 mil cuadernillos para aquellos alumnos y alumnas que tengan problemas de accesibilidad digital al portal oficial ABC, que ahora permite su ingreso sin la necesidad de consumir datos de internet a través de teléfonos celulares.
Desde la DGCyE se giran los cuadernillos, con tareas para estos ochos días en los que se ve interrumpido el dictado de clases, hacia los puntos de distribución distritales y desde allí a los establecimientos. Un detalle: por prevención, los insumos se trasladan en bolsas termoselladas.
twitter_tweet
A la par del programa de continuidad pedagógica, en el área que comanda Vila se preparan para contar con el recurso de aula virtual. Se trata de una herramienta para dar efectivamente las clases a distancia. Por estos días, si bien hay instancias de corrección que llevan adelante docentes, no se realiza un dictado de clases de manera on line. Educación está por finalizar el desarrollo de una aplicación que permitirá aplicar esta modalidad en caso de que la contingencia siga o se repita.
Funcionarios de la DGCyE afirman que ya se venía trabajando en el método a distancia y que la pandemia aceleró los tiempos.
Para la administración de Axel Kicillof, la situación puso a la cartera educativa a mover prioridades. Sin embargo, se aclaró que el plan Escuelas a la Obra continúa. También la provisión de los comedores escolares que vieron alterado su funcionamiento y ahora solo entregan bolsones con comida.
Ya no reciben a alumnos y alumnas, pero dispensan a padres o madres los bolsones que se armaron en base a lo que se estipula a través del Sistema Alimentario Escolar (SAE). Es un bolsón por alumno. Son 1 millón seicientos mil alumnos que desayunan o meriendan. De ese total, aparte, 597 mil almuerzan en las escuelas.

Empezaron a entregarse bolsones que tienen alimentos secos no perecederos -y en algunos casos con verduras y frutas- en diferentes distritos del conurbano como Hurlingham, Berazategui, Matanza o la capital bonaerense, La Plata. En estos días se garantiza la llegada a los 135 distritos.
En la cartera educativa detallaron que para implementar los protocolos de educación a distancia se utilizaron dos experiencias por las que ya atravesó el sistema bonaerense. Por un lado lo que fue la epidemia de Gripe A desatada en 2009, donde por dos semanas se suprimió el dictado de clases en los establecimientos y por el otro la tragedia de Moreno. La explosión de una garrafa zeppelin en la Escuela 49 de ese distrito del conurbano, donde murieron Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, había obligado a la suspensión de clases por casi tres meses en el año 2018.