El parate forzoso en diversas actividades, como medida preventiva ante la crisis por coronavirus, aún no se refleja en las terminales portuarias de la provincia de Buenos Aires, donde comenzaron a implementarse una serie de dispositivos precautorios pero sin interferir en lo que al momento sigue siendo una normal operatividad. El pulso en los principales centros portuarios bonaerenses es regido por la exportación de cereales.
Solo para la segunda quincena de marzo, en Bahía Blanca se tiene previsto cargar más de 500 mil toneladas de trigo y maíz en buques de diversas banderas con destinos múltiples, desde Brasil hasta Corea del Sur. Las terminales con mayor actividad en el principal puerto de la provincia de Buenos Aires corresponden a las multinacionales cerealeras Cargill, Dreyfus y Archer Daniels Midland (ADM).
Como contó Letra P, Cargill fue el jugador más fuerte del puerto bahiense en 2019, con embarques de granos, harinas y aceites por alrededor de tres millones de toneladas. ADM, también tuvo un 2019 de bonanza, con embarques que merodearon las 2,5 millones de toneladas, un 70% más de lo girado en 2018.
En el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidad que agrupa a estas multinacionales y que a principios de año se manifestaron en rechazo a los gravámenes sobre actividades portuarias fijados en la Ley Impositiva de Kicillof, ya hablan de la instauración de un “war room”, una salón de contingencia para tomar decisiones minuto a minuto ante el avance de la pandemia, aunque por lo pronto apuestan a la continuidad de la operatoria.
En Quequén, en tanto, para la semana que viene se tiene estipulado operar casi 100 mil toneladas de mercadería, con fuerte predominio de trigo, cebada y aceite de girasol. En San Nicolás, voces del puerto consignaron a Letra P que la actividad estuvo “a full” este martes, con los 500 metros de muelle “en toda su capacidad operativa, con muchos camiones y mucha tripulación”. La mayoría de las embarcaciones registradas por estas horas en este puerto del norte bonaerense corresponde a la carga de fertilizantes.
En Puerto Rosales, centralizado en la actividad petrolera, este martes se descargaron 65 mil toneladas de crudo. Allí, las medidas preventivas “siguen directivas de las autoridades aplicación”, según detalló a este medio el intendente local, Mariano Uset.
Teniendo en cuenta la intensa actividad portuaria que registra, en Bahía Blanca el consorcio portuario viene aplicando una serie de medidas restrictivas al momento de la operatoria. Según detalló a Letra P el titular del consorcio bahiense, Federico Susbielles, luego de la decisión tomada el viernes pasado, que restringe el tránsito de tripulantes de buques provenientes en forma directa de puertos de las zonas afectadas por coronavirus, esta disposición se amplió a la tripulación de todos los buques de bandera extranjera.
Por otro lado, se dispusieron otras medidas preventivas para el cuidado de los trabajadores locales que se encargan de la carga y descarga de mercadería en esos buques: “Previo a que lo hagan, sube un médico del Consorcio, revisa la tripulación para ver si todos están en buen estado. Si no hay ninguno con alguna sintomatología, recién ahí habilitamos que suban los operarios, que lo hacen con elementos de seguridad que les brindamos nosotros: barbijos, guantes, además de los elementos habituales”, detalló Susbielles.
En el caso de la detección de potenciales síntomas del coronavirus en alguno de los tripulantes, se lo aislará en un módulo de enfermería dispuesto en el sitio 5 de Puerto Galván equipado para casos sospechosos, para luego trasladarlo. También está previsto un servicio de ambulancia acondicionado a los protocolos de salud establecidos.
Por otro lado, el consorcio portuario bahiense reducirá en un 50% la presencia del personal en sus oficinas, con una rotación organizada y otorgará licencia a personas mayores de sesenta años y a aquellos que estén dentro del grupo de riesgo. También, se restringirán las visitas al edificio del ente portuario, ya sea de proveedores, clientes y contratistas y se evitará la realización de reuniones laborales. Más allá de todas estas disposiciones, en Bahía Blanca se destacó que, en esta situación de emergencia sanitaria, las medidas implementadas “son dinámicas y pueden prorrogarse y/o profundizarse”.