Luego de que el gobernador de Buenos Aires anunciara este martes su decisión de pagar la segunda cuota del bono Buenos Aires 2021 (BP21) que venció el 26 de enero, con lo que evita entrar en default, la oposición salió a remarcar que “efectivamente”, como habían dicho, la gestión de Axel Kicillof tenía los recursos y las formas de pago para cancelar dicha obligación de pago y otras venideras, la mayoría de las cuales fueron comprometidas durante la gestión de María Eugenia Vidal.
“La plata para pagar estaba”, reiteró a Letra P el presidente del bloque de Juntos por el Cambio en el Senado bonaerense, Roberto Costa. El legislador vidalista sostuvo que “hay que encarar una refinanciación y reprogramación de la deuda obteniendo mejores plazos, sabiendo que hay que hacer bien las cosas y generar confianza para que nos sigan prestando”.
La posición del gobierno es opuesta y con una mirada global de toda la deuda. Durante la conferencia donde anunció el pago, Kicillof enfatizó que “no” se puede pagar “con los recursos que tenemos. Hay que tratar de buscar entre todos una solución lo menos cruenta posible”. Por eso, tanto él como su ministro de Hacienda y Finanzas, Pablo López, aseguraron que iniciarán una estrategia de reestructuración de la deuda total en moneda extranjera. Durante el proceso de negociación que el gobierno encabezó por el BP21 remarcaba que era insostenible el endeudamiento en el que se encontraba el Estado bonaerense, y reiteraba que no había recursos para pagar ni siquiera el vencimiento del 26 de enero, por 250 millones de dólares de capital más US$ 27 millones de intereses.
Para el senador vidalista, sin embargo, “la Provincia tiene una deuda que se puede afrontar”. Estimó, no obstante, que si se consiguen plazos “mucho mejor”, y que “hay que trabajar con seriedad para poder conseguir la refinanciación”.
Por su parte, ante la consulta de Letra P, el presidente del bloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados bonaerense, Maximiliano Abad, sostuvo: “En la transición le dijimos –a Kicillof– qué compromisos había que afrontar y cómo hacerlo. La provincia tenía los instrumentos”.
“Kicillof decidió tomar otro camino. Nos alegra que la provincia no entrara en default y nos gustaría que seamos parte de las conversaciones y la estrategia que se va a llevar adelante”, agregó el diputado radical, quien semanas atrás había girado una carta a las autoridades legislativas para que funcionarios del Ejecutivo den precisiones sobre cómo se estaba desarrollando el proceso de negociación y de qué forma se encararían las futuras negociaciones.
Para poder afrontar la totalidad del bono BP21, el gobierno bonaerense tuvo que salir a colocar letras del tesoro el último viernes por una suma cercana 10 mil millones de pesos. Con eso, buscará moneda extranjera para efectuar el pago.
La oposición cuestionó la forma en la que el gobierno encaró la negociación. “Evidentemente, la negociación no fue válida porque, de lo contrario, le hubiesen dicho que sí. Cuando uno está pidiendo una refinanciación de la deuda tiene que ponerse de acuerdo y garantizarle al otro que le va a pagar. No le tiene que imponer nada”, enfatizó Costa.
Desde la administración Kicillof le aseguraron a Letra P que la estrategia era extremar la negociación y que la intención era no pagar bajo los términos que implicaba el BP21, sino a través de los distintos ofrecimientos que Kicillof había realizado con anterioridad a los bonistas.
“Preferíamos usar esa plata en arreglar escuelas, pero ante la intransigencia –del fondo Fidelity– teníamos este plan último”, confiaron a este medio fuentes que siguieron de cerca los términos de la negociación.