(ESCOBAR) El presidente Alberto Fernandez deberá agradecerle al empresario de los medicamentos Hugo Sigman, el ceo progre que apostó por el gobierno del Frente de Todos y milita en el Círculo Rojo albertista, el sentido de la oportunidad: la inauguración de una planta de producción en Escobar fue una tribuna inmejorable para el Presidente para sacar pecho y celebrar el respaldo más contundente que haya recibido del FMI desde que lleva adelante la paritaria por el reperfilamiento de la deuda pública heredada de la administración Cambiemos. “El Fondo nos dio la razón", se dio el gusto este jueves el jefe de Estado, en referencia a la prédica oficial acerca de la “insostenibilidad” del pasivo construido por Mauricio Macri.
Acompañado también por el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, otro que intenta reestructurar vencimientos que el mes pasado le dieron un primer y prematuro sofocón a su gobierno, Fernández dijo en esta ciudad del norte del conurbano que la administración que encabeza eligió su propio “plan de salida” del laberinto de la deuda. “Nos dijeron que sí”, celebró y aprovechó para, a la pasada, retomar un operativo seducción que, hasta ahora, le dio menos resultados que el que lleva adelante con el FMI. "Algo parecido hicimos en 2003 con Roberto”, recordó y le hizo sonar una vez más el teléfono a Lavagna, presente en primera fila, que se resiste a integrarse al Gobierno aunque, como destacó Letra P, sus principales soldados ya ocupan puestos de relevancia en el organigrama albertista.
"Hace mucho tiempo que en la Argentina le prestan atención a la especulación financiera y no se le presta atención a la producción argentina, al trabajo de los argentinos; en esto también tuvimos razón", se ufanó el Presidente.