El informe final de la comitiva del FMI que pasó la última semana de gira por casi todos los ministerios del gabinete argentino parece redactado por el ministro de Economía, Martín Guzmán. A pedir de los deseos de la Casa Rosada, define como "insostenible" la deuda acumulada, evalúa de forma muy negativa la gestión económica y social del macrismo y hasta deja un mensaje claro a los tenedores privados de bonos: sin quita, la Argentina no puede pagar.
"Sobre la base del análisis de la sostenibilidad de la deuda de julio de 2019, el personal del FMI ahora evalúa que la deuda de Argentina no es sostenible", es la oración del texto que más se celebró en la Casa Rosada y en el Ministerio de Economía. Justamente, lo que esperaban es que la evaluación pasara de la condición de "sostenible, pero no con una alta probabilidad", como recuerda la nota con respecto a la última visita del Fondo, en julio de 2019, a insostenible. Y los datos recogidos por la comitiva en los distintos estamentos del Estado alcanzaron, de sobra, para conseguir esa preocupante evaluación.
Por otro lado, también deja el informe un apoyo claro a la Argentina a la hora de iniciar la renegociación con los tenedores privados de bonos. "Se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad", advierte.
"Desde julio de 2019, el peso se ha depreciado en más del 40 por ciento, el riesgo soberano ha aumentado cerca de 1100 puntos básicos, las reservas internacionales han disminuido alrededor de US$ 20 mil millones y el PIB real se ha contraído más de lo que había sido proyectado. Como resultado, la deuda pública bruta aumentó a cerca de 90 por ciento del PIB a fines de 2019, 13 puntos porcentuales más que la proyección en el momento de la Cuarta Revisión. Además, dadas las profundas dificultades de financiamiento que surgieron, desde agosto 2019 se han adoptado medidas para mitigar la fuga de capitales y extender el vencimiento de ciertas deudas". En este extenso párrafo, el FMI destroza la administración de la deuda pública por parte del gobierno de Mauricio Macri el año pasado, año electoral.
Además, aprovecha para certificar un manifiesto apoyo al modelo económico de Guzmán: "Las autoridades argentinas están actuando para resolver la difícil situación económica y social que enfrenta el país. Han implementado un conjunto de medidas para atacar la problemática de la pobreza y estabilizar la economía. Se ha buscado aumentar la recaudación en parte para financiar un mayor gasto social, que por lo general está dirigido a atender las necesidades de los más vulnerables. Las reservas internacionales y el peso se han estabilizado con el apoyo de los controles de capital y el superávit comercial. La inflación y las expectativas de inflación han bajado en los últimos meses, pero esfuerzos adicionales serán necesarios para reducirlas aún más desde sus altos niveles actuales. Las autoridades también se encuentran en un proceso para garantizar una resolución sostenible y ordenada de su situación de deuda".