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Próximo escollo para Kicillof: $1.600 M de un bono “histórico” de Vidal

Es por intereses de título emitidos por la pasada gestión por más de $15 mil millones, el endeudamiento en pesos más grande de la historia argentina. Deberá cancelarse íntegramente en 2022.

No solo de moneda extranjera está compuesta la voluminosa mochila de la deuda bonaerense que heredó Axel Kicillof de la gestión de María Eugenia Vidal. En 2017, la administración vidalista emitió títulos públicos en moneda local por más de $ 15.182 millones, endeudamiento de significativas proporciones que fue rotulado con pompa por el propio gobierno de Cambiemos como “el más importante realizado en moneda doméstica por la provincia de Buenos Aires a lo largo de toda su historia y también el más significativo llevado adelante por un Estado subnacional en nuestro país”.

 

Voces del Ejecutivo bonaerense confirmaron a Letra P que, solo en concepto de intereses relativos a esos títulos, la Provincia tendrá que desembolsar el próximo 2 de marzo $1.600 millones, cifra que en mayor o menor medida (dependiendo de las tasas de interés de cada periodo) tendrá que pagar trimestralmente como recurrentes y pesados platos de entrada, hasta llegar al suculento plato principal: el pago integral de esos más de $ 15 mil millones que esta misma administración tendrá que cumplir el 31 de mayo de 2022.

 

"Dado su relevante volumen esta colocación servirá como referencia ineludible en el mercado local de capitales y permitirá a la Provincia continuar la construcción de una curva de rendimientos en pesos. Asimismo, contribuirá de manera decidida a diversificar las fuentes de financiamiento de la Provincia, mejorando el perfil por monedas de sus obligaciones financieras", explicaba en 2017 el Ministerio de Economía bonaerense, por entonces comandado por Hernán Lacunza, luego de haber exprimido la opción de los mercados internacionales, tomado deuda en moneda extranjera por más de 5.000 millones de dólares.
 

 


Ya sin fuentes de financiamiento externo promediando aquel año, la gestión amarilla comenzó a explorar mecanismos para hacerse de recursos en el ámbito doméstico, como sucedió con esos títulos (rotulados bajo el símbolo PBY22) y como se efectivizó un año más tarde, en 2018, cuando se endeudó por casi 750 millones de dólares vía ANSES, bonos que también tendrá que amortizar Kicillof a lo largo de su mandato.

 

"Como los inversores y los ahorristas le prestan al futuro y no al pasado, hoy nuevamente accedimos al crédito a tasas muy competitivas, en moneda local y bajo ley argentina. Esto nos va a permitir continuar un plan de obras que este año supera el 8% del presupuesto, cuando en 2015 apenas pasaba el 3%", sostuvo Lacunza aquellos días. Hoy, la subejecución de obras bonaerenses por parte de Cambiemos viene siendo denunciada por la actual gestión. De hecho, el ministro de Infraestructura, Agustín Simone, detalló a Letra P que “la gestión de Vidal paralizó 255 obras por 11.000 millones de pesos”.

 

La tasa de interés de estos títulos es variable, compuesta por tasa badlar más un margen fijo del 3,83%. Los sucesivos trimestres no podrán devengar una tasa menor al 15% nominal anual. Bajo ese mecanismo, para este servicio que se pagará el 2 de marzo aplicó la tasa nominal anual de 43,0790%, siendo entonces la renta trimestral para el pago del cupón de 10,7402%. El próximo pago de intereses por estos títulos está estipulado para el 31 de mayo.

 

Acompañado del ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, el gobernador Maximiliano Pullaro recibió los 80 móviles enviados por Kicillof.
Javier Milei y José Luis Espert. 

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