Antes aliados estratégicos del bando celeste, promotores de marchas de los grupos autodenominados “provida” y voces de mando en los votos negativos de varios legisladores, los gobernadores de las provincias que jugaron fuerte en contra de la legalización del aborto en el debate de 2018 miran esta vez el escenario desde afuera y se mantienen prescindentes en la discusión de la ley que envió el presidente Alberto Fernández.
A pocas horas de que el Congreso se disponga a debatir en el recinto por segunda vez en la historia la legalización del aborto, los mandatarios que salieron públicamente a marcarle la cancha a las y los diputados de sus provincias se reducen a un puñado. A la cabeza se ubicaron el sanjuanino Sergio Uñac(Frente de Todos), el correntino Gustavo Valdés (Juntos por el Cambio) y el misionero Oscar Herrera Ahuad (Frente de la Concordia Misionero). El resto eligió el bajo perfil en el debate sobre el proyecto que envió el Presidente a Diputados el 17 de noviembre, Día de la Militancia peronista.
“Miran para otro lado y esperan que pase pronto”, sintetizó ante Letra P un diputado originario de una de las provincias que en 2018 aportó más votos en contra de la legalización. En aquel debate fue fundamental la posición en contra que tuvieron varios mandatarios, en particular de las provincias del Norte del país.
Junto a Uñac (San Juan) y Valdés (Corrientes) jugaron entonces Juan Manzur(Tucumán), Gildo Insfrán(Formosa), Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y los exgobernadores Juan Manuel Urtubey (Salta), Hugo Passalacqua(Misiones) y Sergio Casas(La Rioja), cada uno con distintas herramientas. Manzur encabezó marchas en contra de la legalización, junto al vicegobernador Osvaldo Jaldo; Passalacqua les envió una carta a los senadores, Uñac y Casas, promovieron la declaración de sus provincias como “provida”. Algunos mandatarios, como Insfrán, hablaron en privado con legisladores formoseños después de escuchar los reclamos del obispo provincial.
El escenario se modificó a principios de 2019, en particular para las y los oficialistas, cuando el Presidente anunció que enviaría un proyecto propio de interrupción voluntaria del embarazo. Tras el recambio de diciembre, en Salta, Misiones y Chaco asumieron nuevos mandatarios que tampoco acuerdan con la ley, Gustavo Sáenz, Herrera Ahuad, y Jorge Capitanich. En La Rioja, Casas fue reemplazado por Ricardo Quintela, quien ya hizo saber que considera el aborto como “un tema de salud pública”.
En tanto, Manzur, aliado político del presidente Fernández, esquivó esta vez las convocatorias aunque el vicegobernador Jaldo aseguró que la provincia era “provida” y que eso no se iba a modificar, no obstante lo que dijera la Casa Rosada. “El gobernador fue muy claro, está a favor de la vida”, lanzó Jaldo. Manzur no se pronunció.
Por su parte, Capitanich reiteró su posición contraria pero no envió señal alguna a los representantes chaqueños. “Respeto todas las posiciones. Solamente que tengo una posición personal que es histórica y permanente. Tengo razones fundadas para hacerlo, pero soy muy respetuoso de quienes opinan diferente”, dijo Capitanich. La vicegobernadora Analía Rach Quiroga era diputada en 2018 y votó a favor de la legalización pañuelo verde en mano.
En Salta, Sáez, que en 2018 había dicho que, de haber sido senador, hubiera votado en contra, tampoco levantó el perfil. Siguiendo la línea que marca el Frente de la Concordia, liderado por Carlos Rovira, el misionero Herrera Ahuad se manifestó abiertamente “en contra”. En la provincia vecina, Corrientes, Valdés fue categórico: “No sé cuántos votos podría perder, pero estamos a favor de las dos vidas, es lo que creo y es mi posición y así como respeto la opinión de los otros, espero que respeten la mía”.
“No hay disciplina, pero digamos que hay espíritu partidario”, confió a Letra P una de las principales espadas del oficialismo en la ley. En otras palabras, luego del feroz debate de 2018, con la discusión más madura en la sociedad y un proyecto que tiene el sello del Presidente, varios gobernadores optarán esta vez por “dejar hacer” y no poner obstáculos en la sanción.
En Juntos por el Cambio, el clima es similar. “Están afuera. No se meten”, le dijo a este portal una de las referentes del ala verde en la oposición sobre la línea de los gobernadores Valdés, Gerardo Morales (Jujuy), Rodolfo Suárez (Mendoza) y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Prescindentes en el debate, los mandatarios coincidieron, sin embargo, en un pedido a la Casa Rosada: que el debate por la ley se agote en 2020 y que no perturbe en manera alguna el año electoral.