Ni marchas junto a los grupos “provida” ni declaraciones duras. Los gobernadores de las provincias que en 2018 aportaron más votos en el Senado en contra de la legalización del aborto bajarán el perfil cuando el Congreso empiece a debatir el proyecto para evitar confrontar con el presidente Alberto Fernández, que impulsa la ley.
“Como gobernador de la provincia tengo obligación, el deber y la responsabilidad de respetar ambas posturas. Tengo mi posición, pero no la voy a explicitar, tengo que gobernar para todos”, dijo esta semana el riojano Ricardo Quintela en diálogo con Futurock. Quintela es un recién llegado al debate nacional. Asumió el 10 de diciembre en lugar de Sergio Casas, quien en 2018, pañuelo celeste anudado al cuello, se reunió con los organizadores de la “Marcha por la Vida” de su provincia días antes de la votación en el Senado.
El resultado en el recinto fue acorde a la señal del mandatario: los tres senadores riojanos, Carlos Menem (PJ), Olga Brizuela y Doria y Julio Martínez (Cambiemos), votaron en contra del proyecto. En la Cámara de Diputados, solo uno de los cinco diputados riojanos había votado a favor. Más tarde, la Legislatura provincial le puso el broche de oro y votó por mayoría un proyecto de resolución que declaró a La Rioja como “provincia pro vida”. Quintela, por entonces legislador, se abstuvo y criticó que Casas hubiera tomado partido por uno de los dos bandos. “Hay que gobernar para todos”, lo retó.
Quintela no está solo en su postura. Aunque no lo hayan manifestado de manera pública y tal vez por otras razones, otros mandatarios seguirán su camino cuando el debate llegue por segunda vez al Congreso y evitarán poner presión sobre los legisladores de sus provincias.
Abierto militante en contra de la legalización en lo personal, Jorge Capitanich no solo no les bajará línea a los diputados y senadores que le responden políticamente, sino que tampoco se opone a las manifestaciones a favor del proyecto que hace su vicegobernadora, Analía Rach Quiroga, una gran parte de su gabinete y varios diputados y senadores que militan en sus filas.
Capitanich hizo campaña en 2019 en su provincia rodeado de pañuelos verdes y Rach Quiroga, por entonces diputada nacional, ya había votado a favor del proyecto de legalización. Lo mismo sucedió con la diputada Lucila Masin y la senadora María Pilatti Vergara, ambas, activas militantes de la causa que Capitanich puso nuevamente en las listas nacionales. “Coqui no se mete en estos temas. Va a dejar que cada uno vote como quiera”, afirmó a Letra P un dirigente de la mesa chica del gobernador. En 2018, los votos de los diputados chaqueños se repartieron tres a favor y cuatro en contra. En el Senado, fueron dos a favor y uno en contra.
El mismo criterio adoptaría esta vez Gildo Insfrán. El formoseño no agitó públicamente pañuelos de ningún color, pero en 2018 escuchó directamente la protesta de las autoridades religiosas de su provincia, que pusieron el grito en el cielo cuando empezaron a contabilizar posibles votos “verdes” de los diputados peronistas -el obispo Vicente Conejero está nuevamente muy activo: los proaborto "están en las tinieblas", dijo este viernes.
El resultado fue un solo voto de Formosa en favor de la legalización, el del actual ministro de Agricultura y entonces diputado Luis Basterra. En tanto, los senadores del PJ, José Mayans y María Teresa González, votaron en contra y el ahora presidente del bloque del Frente de Todos en la Cámara alta se convirtió en el vocero más potente en contra de la legalización.
“Y no se va a mover de su postura por nada del mundo”, asegura un compañero de la bancada oficialista que trabaja para juntar votos en favor de la legalización. En la provincia, en tanto, aseguran que el gobernador se mantendrá “prescindente” y no bajará órdenes a los legisladores sobre qué postura deben tomar.
Otra provincia sobre la cual se pondrá el foco es Tucumán, que en 2018, como La Rioja, se declaró “provida” y tuvo al gobernador Juan Manzur y al vicegobernador Osvaldo Jaldo al frente de las marchas masivas que hicieron “los celestes”. En el Congreso, hubo seis votos en contra y tres a favor en Diputados y dos en contra y uno a favor en el Senado. Como en otras provincias, la presión de la Iglesia fue decisiva: el arzobispo Carlos Sánchez mencionó con nombre y apellido a los legisladores en plena misa para forzarlos a votar en contra.
Pese a ese antecedente, el gobernador Manzur, totalmente alineado con la Casa Rosada, estaría dispuesto a abandonar la postura radical que tuvo en 2018 para no ser un obstáculo en el camino del proyecto presidencial.
Algo similar podría pasar en San Juan, provincia cuyos representantes votaron en 2018 en su totalidad en contra del proyecto en ambas cámaras. Como La Rioja y Tucumán, la provincia también había sido declarada “provida”. Pero en el Senado apuestan a que el gobernador Sergio Uñac, de diálogo directo con Fernández, podría interceder para que alguno de los legisladores que le responden al menos no engrose el número de los celestes.