El politólogo Gustavo Marangoni aseguró que el presidente Alberto Fernández "aplica la doctrina (Felipe) Solá" para preservar la relación con su vice. "Se hace el distraído para no confrontar" aseguró.
El politólogo Gustavo Marangoni aseguró que el presidente Alberto Fernández "aplica la doctrina (Felipe) Solá" para preservar la relación con su vice. "Se hace el distraído para no confrontar" aseguró.
En diálogo con Letra P sobre las críticas de Cristina Kirchner hacia algunos integrantes del gabinete, el consultor consideró que la expresidenta "está utilizando mucho poder de fuego con poco resultado" (en referencia a los cambios que reclama) y recordó que la única que renunció a su cargo fue la exministra de Desarrollo Territorial y Hábitat, María Eugenia Bielsa, tras la carta de "Los funcionarios que no funcionan".
Asimismo, estimó que la tensión entre los Fernández continuará "gran parte de 2021", porque ambos "están condenados a estar juntos", y advirtió que "una confrontación más directa con Cristina sería perjudicial para Fernández".
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-¿Qué busca Cristina Kirchner con sus críticas hacia algunos integrantes del gabinete?
-Está planteando el camino de la política económica y busca influir en la política del gobierno con más peso. Ella viene subiendo la frecuencia y el volumen de sus intervenciones. ¿Obtiene los resultados que busca? En el gabinete, poco. De hecho, después de su carta de "los funcionarios que no funcionan", lo único que pasó es que se fue María Eugenia Bielsa. Cristina está utilizando mucho poder de fuego con poco resultado.
-¿A Cristina Kirchner le cuesta asumir el rol de vicepresidenta que ella misma se asignó?
-No. Ella ejerce ese rol para señalar el rumbo sin el desgaste de la gestión. De hecho, en su carta de octubre, se encargó de aclarar que Fernández es quien toma las decisiones del Gobierno. La insatisfacción de Cristina no logró grandes cambios en el gabinete.
-¿Hacia dónde imagina que va la relación entre el Presidente y la vice?
-La tensión continuará gran parte de 2021, porque, en el fondo, están condenados a estar juntos. El estrés existe, pero plantear un escenario mayor a ese estrés sería peligroso para ambos.
-¿Las declaraciones de Cristina Kirchner ayudan o perjudican al Gobierno?
-Es temprano para saberlo. A priori, diría que no ayuda. Pero hay que tener en cuenta que no todo se basa en la relación entre el Presidente y su vice. Lo que suceda con la salud y la economía va más allá de Cristina y Alberto. El liderazgo estratégico está en manos de Cristina y la gestión, de Alberto. Es un problema que no coincidan en una idea de país, pero que coincidan tampoco es garantía de éxito.
-¿Cómo imagina el cierre de listas del Frente de Todos para las elecciones 2021 en este contexto?
-Cristina ya está mirando el mapa electoral y apunta su mirada a la provincia de Buenos Aires. Es difícil que alguien le pueda manipular la lapicera en ese distrito, donde tiene tanto peso.
-¿El Presidente debería ceder ante los reclamos de la vice para preservar la relación o resistir para no perder autoridad?
-La estrategia militar dice que, si te enfrentás a un ejército más grande, nunca conviene ir a luchar al frente. Entonces, una confrontación más directa con Cristina sería perjudicial para Fernández. Quizás por eso el Presidente está aplicando la doctrina Felipe Solá. Es decir, se hace el distraído para no confrontar.
-¿Qué rol juega Sergio Massa en este contexto?
-No me imagino a Massa como mediador. Massa es el termómetro de la clase media que puede votar por el panperonismo si no se pasa mucho de rosca.
El jefe de Gabinete publicó el mensaje en redes sociales. Menciona a Néstor y Cristina Kirchner. Reivindica los aciertos de la gestión, pero no nombra a Alberto Fernández.
La economista encabezará la lista para la Cámara de Diputados por la Ciudad y el intendente de Chivilcoy negocia la candidatura a gobernador de Buenos Aires del espacio libertario.