El embajador de la Argentina en Washington, Jorge Argüello, enfatizó que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) serán exitosas. “En los próximos meses, vamos a tener el acuerdo y se van a generar las condiciones propicias, objetivas, para el despegue”, auguró, en una disertación ante el Rotary Club de Buenos Aires.
En estos meses que vienen, Argüello espera también poder sentar al presidente Alberto Fernández con el mandatario electo de los Estados Unidos, Joe Biden, que asumirá en enero. Afirmó que las conversaciones avanzan, pero todavía no tienen nivel de confirmación. “Trabajamos sobre la agenda bilateral para los primeros meses de 2021, pero no hay precisiones que comentar todavía”, dijo el embajador.
“Queremos que Biden visite Buenos Aires y que Fernández visite Washington. ¿Estamos trabajando en eso? Sí. ¿Tenemos resultados? No, no tengo. Porque Biden dice siempre: ‘Los Estados Unidos tienen un solo presidente por vez’. Entonces, cuando avanzo mucho, la respuesta desde su equipo es: ‘Como dice el presidente electo, un presidente por vez’. Eso quiere decir ‘esperemos a que asuma’”, relató Argüello ante los socios del Rotary porteño, en el encuentro virtual.
El embajador sostuvo que las conversaciones que siguieron la semana pasada en Washington entre enviados del Ministerio de Economía y funcionarios del FMI, el Departamento del Tesoro y otros organismos multilaterales fueron productivas. “Tengo una mirada optimista. Estamos bien encaminados hacia la obtención de un buen acuerdo con el FMI. La resolución de este problema nos va a permitir un nuevo horizonte para el desarrollo de nuestra economía y también expandir los lazos de la agenda bilateral con Estados Unidos”, sostuvo.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo esta semana que espera que el acuerdo esté cerrado entre marzo y abril y que el Gobierno avanza ahora en conversaciones con los distintos países que integran el Fondo; muchos de ellos son, también, acreedores de la Argentina en el Club de París.
Argüello destacó el permanente apoyo de la administración de Donald Trump a la Argentina en su camino hacia la renegociación de la deuda con los acreedores privados y con el FMI, luego de que el canciller Felipe Solá reclamara un mayor compromiso y un cambio de director estadounidense en el Fondo y la Casa Rosada saliera a desmentirlo, tras la charla telefónica entre Fernández y Biden.
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La agenda bilateral, admitió el diplomático, no está exenta de intereses contrapuestos. Argüello mencionó las trabas al ingreso del biodiésel argentino a los Estados Unidos desde 2018 y un proceso que obstaculizaría a la importación de arándanos, entre otras cuestiones. Pero el gran tema ríspido entre ambos países sigue siendo la posición de cada uno ante Venezuela.
Argüello confía en que el cambio de mando en Washington permita un mayor acercamiento entre ambas miradas sobre lo que ocurre en ese país. “Los Estados Unidos y la Argentina comparten un mismo objetivo, que es lograr un proceso de democratización intenso, elecciones libres, donde todos puedan participar sin condicionamientos”, dijo el embajador. “Hemos discrepado en las medidas. Estados Unidos optó por el bloqueo y eso no dio resultado”, afirmó. “El cambio de signo de la administración de Estados Unidos podría alimentar una convergencia entre distintas voces de la región y Estados Unidos en la búsqueda de soluciones a una crisis permanente que nos duele a todos”, añadió.
Asesores en política exterior de signo demócrata y cercanos a Biden, no obstante, perciben que el gobierno de Alberto Fernández mantiene una posición poco clara sobre Venezuela, que está al tope de los intereses de los Estados Unidos en la región.