CRISTINA FERNÁNDEZ-FABIOLA YÁÑEZ

La otra fórmula FF

Con su relación con el Presidente paralizada en el freezer, la vice se acerca a la primera dama para guerrear con Google. ¿Viene el deshielo o más tensiones?

El llamado sorprendió a Fabiola Yáñez y a todos los habitantes de la residencia de Olivos. Era Cristina Fernández de Kirchner, desde El Calafate, la que se comunicaba para ofrecerle ayuda a la primera dama en su demanda contra Google. Muy distintas en todo sentido, las dos habían sido víctimas del mismo tipo de ofensa, potenciada al infinito por el buscador que utiliza la enorme mayoría de los habitantes de Argentina y gran parte del planeta.

 

La vicepresidenta llamó a Yáñez el lunes pasado a su teléfono personal y la incentivó para avanzar contra el gigante que almacena y masifica información. Tres días después, la pareja de Alberto Fernández difundió un comunicado de prensa en el que explicó las razones de la querella: el 12 de noviembre pasado, “Google colocó en su panel de conocimiento una infamante leyenda, en el lugar donde debería figurar la ocupación y el nombre de la primera dama”. Donde debía decir el nombre de la primera dama, decía “Fiambrola Chiruza Yáñez” y en lugar de su presentación, se leía “florero, periodista y actriz”. Cristina le dijo a la pareja de Alberto Fernández que no dude en presentar una demanda contra el gigante que es dueño de un poder incomparable en todo el planeta y le ofreció toda su colaboración.

 

MADRE DE BATALLAS. Según afirman cerca de ella, la vicepresidenta piensa que la plataforma de internet cumple una función similar a la de los grandes medios de comunicación, pero con un poder de daño muchísimo mayor: administra, provee y descarta información, en un ejercicio de “construcción de verdades” que desplaza a la política y a las instituciones. Ahí pasan largas horas quienes se conectan desde teléfonos y computadoras, ahí se forman en parte las nuevas generaciones que están expuestas -tal vez, más que nadie- a las fake news, a partir de ese formidable tráfico de datos, se construyen hoy las fortunas más grandes del mundo. Por eso, considera que es necesario ponerle límite a ese poder y apunta a la responsabilidad de las gigantescas plataformas en la propagación de datos que considera falsos o agraviantes. En una especie de fase superior de la batalla contra los medios, CFK parece disfrutar de una contienda adaptada a los tiempos: la lucha contra la posverdad y los nuevos poderes transnacionales de la comunicación.

 

En una especie de fase superior de la batalla contra los medios, CFK parece disfrutar de una contienda adaptada a los tiempos: la lucha contra la posverdad y los nuevos poderes transnacionales de la comunicación.

En agosto pasado, la expresidenta inició una demanda similar ante el Fuero Federal Civil y Comercial después de que Google la definiera como “Ladrona de la Nación Argentina”, a la manera en que lo suelen hacer los partidarios del macrismo duro. En su presentación, consideró que la empresa había difundido “en su plataforma y bajo su responsabilidad información falaz y agraviante con relación a mi mandante, mancillando su nombre, imagen y honor”. Además, Cristina pidió que se ordenara una pericia informática contra Google para usarla como prueba anticipada en su demanda civil a la empresa, el mismo procedimiento que utilizó ahora la pareja del Presidente.

 

MIS ABOGADOS. CFK no sólo estimuló a Yáñez para que siguiera sus pasos, además le recomendó que se asesorara con sus propios abogados civilistas, Luis Goldin y Fernando Muriel: les facilitó sus teléfonos y le recomendó que definiera con ellos los términos de su misma estrategia judicial. Los dos son miembros del mismo estudio jurídico, pero Muriel es un dirigente de La Cámpora que hoy está a cargo de la vicepresidencia del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (ORSNA) y dejó en manos de su socio la demanda contra Google.

 

Después de una reunión con la primera dama, Goldin pidió que se “arbitren todos los medios necesarios para descargar y almacenar la totalidad de los datos asociados al nombre Fabiola Yáñez y primera dama, a partir del 12/11/2020 hasta el día en que se realice la presente pericia, que surjan del contenido del panel de conocimiento del buscador ‘Google’ de una persona destacada”. Además, reclamó que se detalle de forma clara y precisa cómo se genera esta publicación, durante cuánto tiempo estuvo activa y qué cantidad de visualizaciones, visitas e interacciones tuvo. También, que se detalle qué acciones tomó la empresa con relación a la publicación y cuantificar la totalidad de interacciones entre el 26 de octubre y el 15 de noviembre de 2020, entre otras requisitorias.

 

El comunicado de Yáñez toma uno de los datos que el propio buscador difunde para dar cuenta del poder de Google: tiene tres billones de visitas por día. Por eso, dicen los abogados de la pareja del Presidente, “solo la propia empresa tiene acceso a los datos de cuánta gente vio o interactuó con esa noticia maliciosa e infamante, por lo que es crucial la pericia informática solicitada”.

 

 

 

¿FRÍO O DESHIELO? La amabilidad con que la vicepresidenta se ofreció a colaborar con la pareja del Presidente se refiere a un problema común, pero en el oficialismo es leída en clave de acercamiento entre Cristina y Alberto. De ser así, serviría para descomprimir una relación que se enfrió en un momento difícil para el Gobierno y en la que el contacto diario de los inicios quedó interrumpido hace largas semanas.

 

En la Casa Rosada, lo describen como parte de un deshielo que sumó en los últimos días un principio de entendimiento en uno de los temas que obsesiona a la vice, el de la Justicia: el encuentro que los diputados camporistas Rodolfo Tailhade y Pablo González tuvieron con la ministra Marcela Losardo, alta candidata para el lote de los "fiuncionarios que no funcionan". González dio positivo de coronavirus el martes pasado, lo que obligó a aislarse de manera preventiva a Tailhade, Máximo Kirchner y Cecilia Moreau.

 

El llamado de CFK a Fabiola puede ser interpretado en otra dirección. Dueña de sus silencios y estratega de sus señales, la exsenadora ignora los pesares de su exjefe de Gabinete y sólo se dirige a él de manera indirecta y por carta. Primero, con el texto que difundió y firmó el 27 de octubre pasado para recordar a Néstor Kirchner y llamar a un gran acuerdo nacional desde la debilidad, con el objetivo de resolver el problema de la economía bimonetaria. Después, con el documento de los senadores del Frente de Todos que cuestionan al Fondo Monetario en plena negociación de Martín Guzmán y Sergio Chodos. Cortocircuitos de por medio en temas puntuales, incluso cerca del Presidente decían en los días previos del llamado de Cristina a Fabiola, que Fernández también había decidido mantener la distancia que parecía haber impuesto su gran electora.

 

La relación entre los dos socios principales de la alianza de gobierno tendrá nuevos capítulos y, según afirman los voceros del oficialismo, en agenda figura el reencuentro público o privado entre Alberto y Cristina, cuando la vicepresidenta regrese de El Calafate. Continuará.

 

Alberto Fernández
Daniel Passerini junto al viceintendente Javier Pretto y el secretario de Gobierno, Rodrigo Fernández.

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