Luis Miguel Etchevehere volvió a ser figura estelar este domingo cuando Paraná fue el epicentro del banderazo en Entre Ríos. Días antes, con el hashtag #8N, el exministro de Agroindustria convocó en redes sociales a las escalinatas de la Catedral capitalina. Llamó a “frenar los abusos con garra y perseverancia” y provocó: “No les tenemos miedo”.
Como un candidato en campaña, el exfuncionario llegó en su camioneta, se bajó y empezó a saludar a la gente que se le acercaba. No era mucha a comparación con la caravana de autos. Con una semana que lo tuvo prácticamente en cadena nacional por el conflicto familiar, Etchevehere se convirtió en una figura visible para el común de la ciudadanía. La gente, en buena parte mayor de edad y envuelta en una bandera argentina, no se privó de pedirle una selfies.
Hace ya unos días que el ex presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA) divide su narrativa explosiva en Twitter con dardos contra el gobierno nacional y el gobernador Gustavo Bordet. Con referencias a los casi 20 años ininterrumpidos de administraciones justicialistas en Entre Ríos, el dirigente del PRO carga, apunta y dispara.
En Juntos por el Cambio, empezaron a poner el “efecto Etchevehere” en la mesa de análisis de cara a las elecciones legislativas. Nadie lo quiere reconocer en la prensa, pero las pretensiones electorales del protegido de Mauricio Macri son un hecho. Un radical de la primera línea en Entre Ríos reconoció ante Letra P que el exministro “hace mucho que tiene hambre de jugar y ahora con seguridad lo hará”.
Enrolado en el sector más duro de la coalición opositora, Etchevehere viene a abrir una línea dentro del PRO, la de los halcones, en contraposición de otro dirigente de volumen que tiene las mismas pretensiones: Rogelio Frigerio. Ambos integrantes del gabinete de Macri, miran el 2023, pero saben que la primera batalla tiene fecha el año que viene.
Que dos dirigentes amarillos se posicionen como candidatos alertó a la tropa radical, que en la provincia viene delegando espacios pese a tener una veintena de intendentes. Entre Ríos renueva cinco diputados y, en este marco de polarización, quien se imponga en la elección se lleva tres. Juntos por el Cambio está obligado, por mandato del congreso de la UCR, a intercalar uno y uno, pero ¿quién encabeza? Ninguno de los exministros iría en tercer lugar con riesgo de quedar afuera del Congreso. Sería un pésimo comienzo en la carrera para la gobernación. El primero o el segundo lugar de la lista deben ser ocupadon para una mujer.
REGLAS DE JUEGO. En el radicalismo, quien sí habla on the record es el excandidato a gobernador Atilio Benedetti. “Hay muchos candidatos para el año que viene y el radicalismo sigue teniendo intacta su territorialidad, por el partido y por los intendentes”, pide que se anote ante la consulta de Letra P.
El diputado nacional evita hablar de nombres, pero dejó una sugerencia conveniente. “Como radicales somos consecuentes con las reglas de juego. Todos deberíamos serlo”. Esa regla, acordada en la elección del año pasado, le dio el primer lugar de la nómina para la Cámara de Diputados a la UCR. “Deberíamos respetarla; nos fue muy bien y ganamos”, recordó.
Benedetti advirtió sobre “el lobby que están haciendo los gobernadores para suspender las PASO”, lo que complicaría aún más el armado de la oposición en la comarca.
En las últimas horas, Bordet fue consultado sobre la posibilidad de suspender las Primarias de 2021. “En mi opinión, las PASO han ido perdiendo efectividad porque terminan siendo un doble gasto y sólo resuelven una interna partidaria que pagan todos los argentinos. Esto debería resolverse en el seno de los partidos, pero, bueno, hay distintas opiniones. (El tema) deberá ser debatido en el Congreso y que se proponga un sistema electoral que genere una buena representatividad y legitimidad de quienes resulten electos”, sostuvo.
Para el mandatario, “cuando se eligen presidente, gobernador e intendentes hay más participación ciudadana y es más razonable, pero, cuando las elecciones son legislativas, donde en Entre Ríos se van a poner en juego cinco cargos, quizás (el sistema) se pueda rever”, señaló.