En plena cuarentena por coronavirus en la Argentina, un grupo de empresarios y deportistas armó un "torneo" hípico en el Club Hípico Argentino de la Ciudad de Buenos Aires. El establecimiento se abrió exclusivamente para la demostración, de la que participó el presidente de la Federación Ecuestre Argentina, Gregorio Werthein.
El "torneo" hípico hoy no está dentro de las actividades amparadas para su normal funcionamiento en la Ciudad de Buenos Aires, por lo cual la nula fiscalización del gobierno de Horacio Rodríguez Larreta alertó a los deportistas que aún hoy no pueden retomar actividades por la situación de aislamiento.
El argumento de los organizadores es que “se habilitó la práctica de los deportes individuales pero de manera colectiva”, pero las medidas sanitarias para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) aún no contemplan la realización de competencias de salto con caballos. El torneo tuvo lugar desde la mañana del sábado y contó con una veintena de participantes, pero arrastró la furia de los clubes de la zona y de atletas que todavía están fuera de competencia.
Ante la falta de control gubernamental, corrió como reguero de pólvora una obviedad: la relación de la familia Werthein con el PRO y con el vecino Rodolfo D'Onofrio, presidente del Club Atlético River Plate (CARP). Gregorio es hijo de Gerardo Werthein, el presidente del Comité Olímpico Argentino (COA). Ambos son miembros del Grupo empresario “Los W”, conformado por la amplia rama de la familia Werthein y con negocios agropecuarios, en el área de energía y seguros, entre otros. Padre e hijo, además, comparten negocios con D’Onofrio.
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El mandamás riverplatense y los Werthein son socios en la compañía se seguros La Estrella. Está conexión la de "Los W" y con el gobierno PRO pusieron en guardia al resto del mundo del deporte, que denuncia que la Ciudad hizo "la vista gorda". De la última reunión entre Rodríguez Larreta y Alberto Fernández