En el contexto de la delicada situación financiera que atraviesa la provincia de Buenos Aires, en la cual el gobierno de Axel Kicillof propuso posponer al 1 de mayo el compromiso fuerte más próximo que tiene en dólares y bajo legislación extranjera (USD 250 Millones), recientemente el Ejecutivo confirmó que afrontará el pago de intereses por los bonos por 500 millones de euros que emitió la pasada gestión de María Eugenia Vidal en julio de 2017.
De acuerdo al documento de aviso, este martes la Provincia puso en conocimiento de los tenedores de dichos títulos públicos que, a partir del próximo 21 de enero, se pondrán a su disposición los montos correspondientes al pago del tercer servicio de renta que, concretamente, representan 26.875.000 euros, una suma que apenas significa un 10% de lo que tiene que afrontar la Provincia por el pago del segundo tramo de amortización del bono BP21 fechado para el 26 de enero y que el Ejecutivo busca patear para mayo al dar cuenta de una “insostenible” situación en materia de endeudamiento.
La emisión de los títulos en euros había sido celebrada en aquel entonces por el vidalismo como un regreso al financiamiento en euros tras varios años y que representaba una señal de “confianza” de los mercados a la administración encabezada por Vidal. Lo curioso es que en el prospecto diseminado a los interesados en esos títulos en 2017, el gobierno de Cambiemos advertía: “Las fuentes de financiamiento de la Provincia pueden volverse inaccesibles o limitadas y, de esta manera, afectar de manera adversa su economía y su capacidad de afrontar los servicios de deuda, incluyendo los bonos”.
Para ese entonces, Vidal ya había tomado deuda por 4.500 millones de dólares. Al año siguiente, los mercados internacionales efectivamente se tornaron inaccesibles, lo que representó el comienzo de un ciclo de creciente devaluación en el que los compromisos en moneda extranjera –en buena parte alimentados por Vidal- se tornaron en un riesgo para las arcas provinciales, hasta llegar al panorama actual.
También, ya por aquel entonces, la gestión V abría el paraguas ante los bonistas: “Las altas tasas de inflación pueden afectar de manera negativa el crecimiento económico y la capacidad de la Provincia de afrontar sus servicios de deuda, incluyendo los Títulos de Deuda”, aunque marcaba, por julio de 2017, que el gobierno de Macri “ha implementado varias medidas para controlar el índice de inflación”.
Otro dato curioso de ese prospecto de la deuda en euros emitido por el vidalismo es que se admitía que, entre las razones para tomar esa deuda, se encontraba “mejorar el perfil de endeudamiento de la deuda pública y afrontar la cancelación de servicios de deuda”. Deuda para pagar deuda.