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En una cena secreta, Monzó y el albertismo negociaron el país sin Macri

Acordaron apoyo para que un funcionario de Cambiemos llegue a un organismo internacional y hablaron de construir una "oposición responsable" con Larreta y otros moderados del PRO.

El domingo pasado, en una vieja casona del barrio porteño de Belgrano, se proyectó el capítulo más reciente de una serie de encuentros entre los popes del albertismo y el peronismo PRO. Cenaron allí referentes del espacio que conduce Alberto Fernández, hombres cercanos a Sergio Massa y el emblema del diálogo en la transición, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. Desde que las PASO castigaron con dureza al Gobierno, esos dos sectores hablan seguido, con una obsesión: diseñar el nuevo esquema de poder para la etapa que se iniciaría en diciembre si Fernández resultara electo en octubre.

 

El eje de esos debates, que se dieron en la cena dominical sin trajes ni corbatas, es cómo edificar una “oposición razonable” que estaría representada por los dirigentes que Mauricio Macri raleó en sus cuatro años en el poder. La tan mentada ala política de Cambiemos. “Tenemos y vamos a apoyar la candidatura de Rogelio al BID”, disparó mientras sorbía un malbec mendocino uno de los comensales. Monzó asintió. La decisión de que Frigerio, el ministro del Interior, presida el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está tomada. Naturalmente, explicaron, dependerá mucho de cómo se relacione el gobierno de Fernández con potencias que calan hondo en el organismo, pero la nominación de Frigerio es el primer hito que deja ver qué modelo de construcción se piensa para el país sin Macri.

 

Massa y Fernández ven con buenos ojos nominar a Frigerio al BID.

 

 

Mientras circulaba la carne, en una moderada y nada opípara comida, aparecieron, además, los nombres de Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal como los garantes de un post macrismo “negociador”.

 

Los que comieron allí contaron a Letra P que esta idea de equilibrar el poder con macristas rebeldes “no está relacionada con que vayan a tener cargos en un hipotético gobierno” fernandista. Eso lo tienen claro todos los que cenaron en la casona de Belgrano y Monzó fue el primero en plantear que esa no es la idea.

 

 

Militancia cero. Monzó solo activa su cuenta de Twitter por razones de fuerza mayor. Ahora, negocia el post macrismo.

 

 

Larreta es clave, según los invitados. Hace unos días, según contó La Política on Line, el jefe de Gobierno porteño se sentó a almorzar con Monzó en Miraflor, el restaurante de La Recova donde hierve cada mediodía la rosca política. Allí hablaron de los mismos temas que en la cena en Belgrano y Larreta admitió que la transición, para el PRO, es de una enorme complejidad.

 

A la hora de los postres, en la casona se habló de actualidad, de cómo llevar calma social en el pre octubre y se negaron algunos rumores importantes que también tienen que ver con la transición y el nuevo esquema de poder. El principal: desde el entorno de Fernández rechazaron que haya un ministerio listo para el economista Carlos Melconian. Días atrás, un puñado de CEOs se juntaron, también a comer, para plantear una moción en favor del ex presidente del Banco Nación y amigo personal de Macri.

 

Emilio Pérsico
Miguel Pichetto, junto a otros representantes de HCF, en la visita a Nicolás Posse y Guillermo Francos. 

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