El socialismo santafesino puso por primera vez un freno a las ofensivas que venía practicando, en el marco de la transición, Omar Perotti a través de sus voceros de confianza. Cansados del desorden y la mediatización de la agenda, el aún oficialismo decidió pedirle al propio gobernador electo que “aparezca” y sea él quien plantee las objeciones públicamente.
De esta forma, entienden, se encauzaría el proceso de traspaso que en las últimas dos semanas se tensó producto de la preocupación del PJ ante la fragilidad de las finanzas provinciales. La gota que rebalsó el vaso fueron las intenciones del perottismo de postergar el tratamiento legislativo del Presupuesto 2020 hasta que haya más certidumbre sobre la economía nacional. “Diciembre o enero”, apuntaron como deseo y forma de no encontrarse con “dibujos” en el articulado.
“Estamos sorprendidos con este planteo, porque habíamos establecido la comisión de transición y creíamos que el espíritu del PJ iba a ser despolitizarla. Y que esto haya surgido fuera de la mesa y se haya mediatizado no nos parece bueno”, respondió el diputado socialista Joaquín Blanco, uno de los más autorizados para hablar por el Partido Socialista.
“Ya son temas muy pesados. Sería bueno que aparezca públicamente el senador Perotti y exprese, como gobernador electo, alguna hoja de ruta sobre los temas centrales. O en una reunión con el gobernador (Miguel) Lifschitz. El peronismo debería ordenarse y establecer cómo quiere transitar estos 90 días”, afirmó a Letra P.
Perotti se corrió de la escena política de Santa Fe desde que ganó la gobernación y sólo se mostró en un par de oportunidades junto al candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, a quien le abrió la provincia para sumar adhesiones, armarle agenda con sectores de peso y acompañarlo en el cierre de campaña en el Monumento a la Bandera. Luego, al ostracismo: se tomó un descanso en Europa y dejó a cargo de dirigentes de confianza la transición provincial.
El diputado socialista Joaquín Blanco.
El socialismo venía masticando bronca después de una serie de arremetidas por parte del PJ en el marco del endurecimiento de la transición, como reflejó días atrás Letra P. Se enfervorizó con exponer el déficit provincial en una web y luego se pronunció a favor de tratar este año la Reforma Constitucional. Paradójicamente, en 2018 el propio PJ le negó a Lifschitz la reforma, con el claro propósito de bloquear la reelección del socialista. Lo sintieron como una mojada de oreja.
“Si el gobernador electo quiere discutir la Reforma Constitucional que lo exprese, que plantee un proyecto (…) En cuanto al Presupuesto, para un sector del peronismo esta Legislatura está acabada y otro sector quiere discutir la Reforma, es contradictorio”, sostuvo el legislador.
A su vez confió en que le van a “dejar una provincia en funcionamiento y completamente ordenada”. “Hay que dejar de tirar títulos mediáticos y pirotecnia verbal y ponernos a trabajar. No nos vamos a poner de acuerdo sobre cómo interpretar el Estado, pero sigamos la agenda”, cerró Blanco.