La oposición legislativa de Santa Fe, la misma que truncó la reforma constitucional que intentó el gobernador Miguel Lifschitz, ahora sí aspira a revisar la Carta Magna y propiciar, entre otras cosas, una chance de reelección al mandatario electo Omar Perotti. El socialismo se acobacha y avisa que por este año la posibilidad está “agotada”, mientras el radicalismo abre los brazos y se declara "reformista".
Santa Fe y Mendoza son las dos únicas provincias del país que no contemplan al menos una reelección en sus constituciones. Lifschitz tuvo resistencias internas y externas que le impidieron modificar la carta magna santafesina. Pero el tema siempre sobrevuela y ahora, con un nuevo futuro mandamás, regresó a la agenda.
El escenario, entiende la oposición, es más propicio en este calendario legislativo. A partir del 10 de diciembre, la composición de Diputados será otra y todo hace prever que Lifschitz será el presidente de esa Cámara. Con el actual liderazgo de Antonio Bonfatti, el derrotado en las pasadas elecciones provinciales, las chances crecen, piensan los opositores.
“Está descomprimido el escenario electoral”, analiza el diputado provincial Leandro Busatto ante la consulta de Letra P. Ese es el argumento del PJ para explicar por qué antes no y ahora sí. “Está todo allanado a pensar la posibilidad”, blanqueó el legislador kirchnerista, ladero del ex ministro Agustín Rossi.
No obstante, Busatto habló de “lograr amplios consensos” intra y extra partidarios. Es que un proyecto de este tenor requiere una mayoría calificada en ambas Cámaras, dos tercios de votos tanto en Diputados como en Senadores. Así como Lifschitz necesitó del peronismo, el PJ necesitará del progresismo.
Cobra fuerza entonces el papel del radicalismo, cuyo actual presidente provincial Julián Galdeano integra el bloque del Frente Progresista pero renovó mandato bajo el ala de Cambiemos. “El radicalismo siempre fue reformista”, avisó, de brazos abiertos. Consultado por Letra P, coincidió con Busatto al mencionar la palabra “consenso” y le restó importancia al momento de tratamiento del proyecto. “Si la foto es la de ayer o es la de mañana es menor… los partidos son los que fijan posiciones”, remarcó.
Dirigentes del socialismo esperan que Perotti mueva sus fichas, tras el regreso de su descanso en Europa, y dé a conocer su parecer sobre la chance reformista. Cuando Lifschitz la impulsó, el rafaelino la consideró no prioritaria. Ahora, en un escenario de crisis económica, creen que debería pensar idéntico. Pero las cosas cambiaron.
En diálogo con Letra P, el diputado socialista Joaquín Blanco dejó en claro la postura del partido: “Somos reformistas, pero el tema en esta Legislatura está agotado”. Blanco, que renovó su banca, entiende que “ya hay una Legislatura nueva”, la que asumirá en tres meses, y remarcó que “el que tiene que manifestar que quiere hacer es el gobernador entrante”.