Es la segunda reunión menos esperada luego de la de Marcos Galperín, CEO de Mercado Libre. El besamanos de la calle México observó hace unos días cómo Alfredo Coto ingresaba para tomar un café con Alberto Fernández. El número uno de los supermercados, alguna vez cercano a Mauricio Macri, se sumó al variopinto abanico de CEOs que peregrinaron al búnker del Frente de Todos para conocer qué planes tendría de ganar la elección en octubre. Desde el entorno del dirigente contaron a Letra P que “el encuentro fue muy positivo” y que además fue corto, como el de Galperín, que los más osados cronometraron en nada más que ocho minutos.
Con Macri. En 2015 la relación empezó bien, pero la crisis estalló en su período.
Lo de Coto fue algo más extenso por razones obvias: es el principal empresario de un rubro que representa el 80% del PBI nacional y que atraviesa la peor crisis de su historia, con derrumbes del consumo aún elevados en relación al 2018, un año con cifras negativas. “Hay que trabajar para incentivar el consumo”, le dijo Coto a Fernández, que coincide en el diagnóstico de cómo salir de la crisis, al menos en el corto plazo. El candidato afirmó que para eso, primero hay que reconstruir el poder de compra del salario.
Paulmann, de Cencosud, pidió "un monumento" para Macri.
Coto, uno de los popes de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), es por ahora el único dirigente de este rubro que se encontró con el presidenciable. “Fue una decisión personal”, cuentan. Es que en las entidades las posiciones a tomar en esta coyuntura aún no son monolíticas, como ocurre en otros rubros, como el de los industriales. En la entidad conviven Coto con Federico Braun, líder de La Anónima; los directivos que trajo Carrefour desde París, los nacionales de la estadounidense Walmart; y los chilenos de Cencosud (Jumbo, Disco y VEA).
Hace unos meses, Horst Paulmann, el presidente del directorio de Cencosud, concedió una entrevista al diario trasandino El Mercurio y aseguró que “a Macri hay que ponerle un monumento, porque él quiso llevar a la Argentina hacia una economía abierta de mercado". "Ojalá que alguien se atreva a hacer lo mismo en un futuro. Ningún argentino nunca más va a hacer algo así, porque les falta ese valor, esas ganas de hacer algo especial”, arengó.
Esa declaración resultó incómoda para muchos de los empresarios locales, sumidos en números rojos. Incluso Cencosud ya lleva tres balances rojos consecutivos, lo que la pone como una de las compañías con mayores problemas económicos. En ese contexto, Coto es casi el único que, en la desgracia, no tiene grandes pérdidas. Todos, sí, debieron mutar su negocio: Coto exporta carnes y el resto también juega con los negocios en el exterior, ante la caída del mercado interno.
La reunión de Coto con Fernández fue corta, como la que mantuvo con Galperín, de Mercado Libre.
En la elección de 2015, los grandes supermercados jugaron un pleno al candidato del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, apostando a la continuidad del boom del consumo apalancado en tarifas excesivamente congeladas. Pero la victoria de Macri los alineó rápido detrás de Cambiemos, como a casi todo el Círculo Rojo. Hoy, parecen barajar y dar de nuevo.