Los trabajadores nucleados en la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA) encabezan una nueva jornada de protesta con un paro nacional y movilización hacia Plaza de Mayo en Capital Federal. En el territorio bonaerense, además, adhieren los judiciales mientras que los médicos solo marcharán en apoyo a la medida. La asistencia al paro de estos sectores sucede horas después de rechazar el bono extraordinario de 3 mil pesos ofrecido por la gobernadora María Eugenia Vidal.
El lunes, en conferencia de prensa, el secretario General de ATE y la CTA Autónoma de Buenos Aires, Oscar de Isasi, aseguró que este martes marcharían a “Plaza de Mayo a exigir la reapertura de paritarias y que se acelere el proceso de pases a planta permanente de los trabajadores y trabajadoras”. Además, sostuvo que no aceptan “las excusas de la gobernadora” que por eso exigen que “cambie el rumbo en lo que le queda de mandato, porque el salario promedio de la provincia es entre 19 y 23 mil pesos".
La decisión está en sintonía con la medida de fuerza anunciada por los dirigentes de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) nacional y con la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), quienes anunciaron movilizaciones en demanda de “la inmediata reapertura de las paritarias, la reincorporación de los despedidos” y otros reclamos. A la medida de fuerza se suman el sector histórico de la Confederación Nacional de Docentes Universitarios (Conadu); la Federación Sindical de Profesionales de la Salud (Fesprosa), la Federación Judicial Argentina (FJA), y a nivel provincial adhirió la Asociación Judicial Bonaerense (AJB).
La adhesión a la medida de fuerza se concreta un día después que los gremios bonaerenses rechazaran el bono anunciado por Vidal.
La postura no sólo es compartida por los gremios más combativos, que este miércoles participarán de la movilización a la Plaza de Mayo, sino también por los llamados “dialoguistas”, es decir UPCN y Fegeppba, sindicatos que firmaron el acuerdo salarial con el gobierno para 2019 y que analizan la posibilidad de encarar una estrategia conjunta para reclamar que se reabra la discusión paritaria.
El gobierno bonaerense decidió pagarles a los empleados estatales un bono de tres mil pesos, cuya primera cuota, de 1.500 pesos, se abonará este mes y la restante en octubre. Según se precisó sólo lo cobrarían aquellas categorías que no fueron alcanzadas con el beneficio de la reducción del pago del Impuesto a las Ganancias dispuesto por la Nación. Es decir, quienes cobran menos de 38 mil pesos.
Los gremios bonaerenses ya venían reclamando una recomposición salarial que se profundizó luego de que la administración de Mauricio Macri anunciara que pagaría un bono de cinco mil pesos para los estatales nacionales. Los sindicatos vienen pidiendo además para esta última parte del año que se aplique una cláusula gatillo que compense el incremento inflacionario.
El gobierno de Vidal acordó con los estatales en la paritaria 2019 una mejora del 4% desde enero, otro 4 a partir de marzo, 4% en mayo y otro 4% en julio. Y se convino aplicar una cláusula de ajuste automático a partir de julio en caso de que la inflación superara el 16%. Como esa previsión inflacionaria fue superada, en julio el aumento total fue del 12,5 por ciento.
El cierre paritario de 2019 establecía que en la segunda parte del año los estatales recibirían una suba del 2% en septiembre y otro 2% en noviembre. Sin embargo, ahora entienden que ni esos porcentajes previstos ni el bono extraordinario alcanzan para compensar la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.