Solo, poniéndole el pecho a la derrota, sin siquiera el apoyo de los referentes del macrismo en la provincia, el candidato a vicepresidente por Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, visitó Rosario, donde ensayó una arenga con optimismo moderado y sufrió ausencias de renombre.
De traje pelusado y elegante pañuelo a lunares en el bolsillo superior del saco, el senador nacional aceptó el convite de un sector más que minoritario del peronismo santafesino. Gremios de escaso peso, como Conductores Navales, Centro de Patrones y Oficiales Fluviales y Químicos, más la ex diputada nacional y ex convencional constituyente por el PJ María Cristina Benzi estuvieron detrás de la organización de la actividad, que lejos estuvo de quedar enmarcada en la campaña.
En su última visita a la provincia, Pichetto se movió como un rockstar. Fue hace 36 días, antes del “palazo”, como el presidente Mauricio Macri definió al resultado de las PASO. En aquella oportunidad, en la ciudad de Santa Fe, el rionegrino repartió fotos y besos por doquier. Se le tiraban encima, PRO y radicalismo.
Pero lo de este viernes no tuvo palmas a montones ni el “sí, se puede” contagioso. A Pichetto no fueron a recibirlo los primeros candidatos a diputados nacionales del macrismo en Santa Fe, como el presidente del PRO provincial Federico Angelini y la radical Ximena García.
Pichetto hizo la suya, casi como obra de una campaña sin comando. Ingresó a la sala de conferencias del hotel de una cadena internacional y enfrentó los micrófonos. Lo hizo fiel a su estilo: prepotente, provocador y sólido. Ningún cartel, pancarta o símbolo cambiemista lo protegía. La soledad de la derrota.
Solo se hicieron presentes el concejal rosarino Carlos Cardozo, el diputado provincial Germán Mastrocola (ambos con pasado peronista) y el diputado nacional Lucas Incicco, quien no integra la lista actual y no renovará su banca en el Congreso. Después, a una charla más cerrada, se sumaron el edil Gabriel Chumpitaz y la diputada Cesira Arcando. Pero sin candidatos.
Pichetto dormirá en Rosario y este sábado temprano partirá a Santa Fe, donde tiene previsto acompañar a Macri en un acto para conmemorar los 25 años de la última modificación a la Constitución. El presidente encabezará la ceremonia junto al intendente José Corral, que incluirá la entrega de medallas a los convencionales de 1994.
En la conferencia, el senador sureño les pegó a los gobernadores peronistas por rechazar las medidas anti crisis que tomó el gobierno nacional. “Están en contra de la gente y contradicen el discurso de Alberto Fernández", aseguró y, en términos electorales, admitió que “el escenario es difícil, pero no imposible”. Por otro lado, confesó que le “gustaría mucho” debatir con la candidata a vicepresidenta del frente de Todos Cristina Fernández.
En esa línea, luego del contacto con medios, le pidió al puñado de dirigentes que lo secundó que “recupere los votos”. Macri perdió por más de diez puntos en Santa Fe y Pichetto conminó a revertir el resultado en los “sectores productivos”. Mucho más complicado será revertirlo en un centro urbano como Rosario, donde Fernández le sacó al oficialismo veinte puntos de ventaja.