El candidato a presidente por Consenso Federal, Roberto Lavagna, está mentalizado en crecer en votos en octubre y descarta ante propios y extraños cualquier alianza con Cambiemos o el Frente de Todos. El domingo a la tarde, en el búnker del hotel NH Bolívar, se festejó el resultado obtenido por el binomio que comparte con Juan Manuel Urtubey en las PASO, pero especialmente entusiasmó un dato: el escaso porcentaje que consiguió la fórmula Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto.
El equipo técnico del ex economista consideró que “el mensaje de las urnas es que la crisis económica es importante y que si no hay un cambio, va a seguir”, según contaron a Letra P el domingo, mientras aclaraban que “este escenario nos permitirá sacarle más votos a Macri”.
Alejandro “Topo” Rodríguez, candidato a diputado y jefe de campaña de Lavagna, confirmó a este portal que “se derrumbó la polarización y Consenso va a contribuir desde el rol de candidato presidencial a la serenidad y estabilidad económica y social". "Nos estamos preparando para pasar a ser la segunda fuerza nacional. Nuestro candidato es hombre de Estado. No vamos a hacer otra cosa que eso”, aseguró.
Macri y Pichetto. Para el lavagnismo, no existe la polarización.
Respecto a la posibilidad de una alianza antes de octubre con Macri o Alberto Fernández, la negó de plano: “La única posibilidad de que se encuentren Lavagna, Alberto y Macri es en los dos debates presidenciales”, dijo. La historia cuenta que el lunes a primera hora, Lavagna recibió un llamado del Presidente. Luego de eso, desde la Casa Rosada se echaron a rodar rumores de la existencia de una reunión futura entre ambos. “Fue una conversación correcta -dijo Rodríguez-, pero no se habló de juntarse ni está previsto hacerlo más adelante”.
En este contexto, el plan del lavagnismo es avanzar en la agenda económica y ven que, en ese terreno, el ex ministro es el que más experiencia tiene. Observan que en el voto del domingo a favor de Macri hubo muchos que pusieron el sobre en la urna con la boleta de Cambiemos por una cuestión de temor al regreso del kirchnerismo. Pero que los números que se vieron el domingo mostraron que la polarización se derrumbó y que hay posibilidad de pescar en la pecera de Cambiemos.