A la espera del cierre definitivo de los comicios, Costa Salguero está semivacío. La plana mayor del Gobierno llegará después de las 21, una hora antes de que lo haga el presidente Mauricio Macri. A pocos minutos para el cierre de los comicios, el búnker de Juntos por el Cambio está repleto de computadoras, cámaras de televisión, pantallas y cronistas de radio, pero muy pocos dirigentes y militantes de la coalición que componen el PRO, la UCR y la Coalición Cìvica.
Los referentes del partido amarillo emprenderán su peregrinación hacia la Costanera Norte después de las 18. Mientras los pocos presentes caminan por un café o una bebida gaseosa, la estructura militante aún cuenta votos y cuida sus boletas para cerrar en tiempo y forma su trabajo de fiscalización. Sin embargo, los integrantes del oficialismo que ya están deambulando por Costa Salguero aprovechan para comunicarse con sus coequipers que están en el territorio para alentarlos y pedirles que se queden mirando las urnas hasta último minuto.
Mientras tanto, los mozos del servicio de catering contratado comenzaron el bandejeo de medialunas y sandwiches de jamón y queso. Los pocos presentes, en su mayoría periodistas y jefes de prensa de Juntos por el Cambio, matan el tiempo con café, gaseosa y alfajores rellenos de dulce de leche, al ritmo del Top 50 de Spotify.
Ante la tormenta de bocas de urna que arrojan distintos escenarios sobre la definición presidencial, el Gobierno mantiene un estricto silencio de radio y aguarda bajo una tensa calma. En rigor, se espera que culminen los comicios y Juntos por el Cambio tenga el primer informe de las mesas testigo propias que desplegaron, principalmente, sobre el terreno bonaerense.
Para esa hora, el presidente Macri, la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, esperan sendos reportes de sus jefes de campaña para conocer un resultado tentativo sobre las PASO.
