Atento al perjuicio que acarrearía para los deseos reeleccionistas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal enfrentar al peronismo unido en octubre, el macrismo busca embarrar la cancha de un pacto entre el kirchnerismo y el massismo a través de una operación mediática. Según esta versión, dispersada desde el entorno más íntimo de la gobernadora bonaerense con rebote en la Casa Rosada y hasta blanqueada por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, Sergio Massa podría ser un candidato a presidente “colector” de Vidal, llevándolo en su boleta, algo que el Frente Renovador no solo niega, sino que, además, bloqueó como posibilidad en su Congreso partidario. Más: fuentes muy cercanas a Massa informaron a Letra P que este miércoles comenzarán formal y públicamente las converesaciones con el PJ en un encuentro del propio titular del FR con el presidente del partido, José Luis Gioja, en la sede de la calle Matheu.
La "noticia" sobre la ingeniería de las colectoras corrió por un río que alimentaron los medios más cercanos al Gobierno y a Vidal y fue ratificada por Peña en LN+. “Son hipótesis que andan dando vueltas”, arrancó. "Si hay otros candidatos presidenciales que quieren apoyar a nuestra gobernadora no me parece una alquimia. Son dinámicas provinciales, ha pasado en otras provincias. No me parece un atajo”, completó.
Así, en on y en off, el macrismo dejó correr esta opción que, además de Massa, tiene intenciones de extender a otros precandidatos presidenciales todavía en carrera, como Juan Manuel Urtubey y Roberto Lavagna. Ninguno tiene un candidato fuerte en la provincia de Buenos Aires.
“Estamos yendo en la dirección contraria”, respondió con claridad un operador massista bonaerense ante la consulta de este medio. El mismo operador, además, será uno de los que este miércoles estará en la sede del PJ, donde se dará inicio oficial y público a las negociaciones entre el Frente Renovador y el peronismo para confluir en un mismo frente electoral para las presidenciales y las elecciones en la provincia de Buenos Aires de este año.
El punto 6 del documento que emitió el Congreso del Frente Renovador la semana pasada lo dice con absoluta claridad. Sostiene que “la fragmentación de la oposición beneficia únicamente a Macri", que, por lo tanto, contribuye a su posible reelección” y que “la actual geometría de la oposición es insuficiente para garantizar la victoria”.
Una fuente de trato diario con Massa lo explicó más claro todavía. “No hay posibilidad alguna de ir con Vidal como candidata a gobernadora porque no hay chance de que ella rompa con Macri y lo enfrente. ¿Alguien ve a Vidal rompiendo con Macri y haciendo un acuerdo con la oposición para enfrentarlo, a 20 días de la presentación de candidaturas?”. El mismo vocero advirtió que la operación es tan burda que hasta se habló de una cena en la Ciudad de Buenos Aires entre Massa y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, cuando el el líder del Frente Renovador ya había viajado a Córdoba para ver la final de la Copa de la Superliga, donde su equipo, Tigre, se consagró campeón.
Por otro lado, la opción de aplicar un escenario de colectoras está bloqueado por un decreto que Macri firmó a pedido de Vidal. Por ese entonces, el temor en la sede gubernamental de La Plata era que Massa fuera colector, pero del candidato a gobernador peronista. Esto fue antes de conocerse que la fórmula elegida es Axel Kicillof-Verónica Magario.
La información que hizo correr el macrismo y el vidalismo cuenta, además, que esperan que la justicia electoral voltee ese decreto. Que de eso depende esta posibilidad. Que aguardan que “prosperen” algunas de las presentaciones contra el decreto. Es curioso que la esperanza esté puesta en eso cuando, si la intención real es desactivar ese decreto y no simplemente lanzar un globo de ensayo para enturbiar las negociaciones en la oposición, alcanza con una firma de Macri anulando lo que él mismo firmó.