El Gobierno hace un giro de 180° grados en su estrategia de proselitismo electoral y prescinde, por el momento, de la clásica actividad territorial del PRO conocida como “timbreo” para refugiarse en WhatsApp, la red social de mensajería instantánea que más utilizan los argentinos, según un relevamiento de Latinobarómetro. Hace meses que no se convoca a esas jornadas donde todos los funcionarios, legisladores, militantes y voluntarios salen a los barrios a defender la gestión de Mauricio Macri.
La "actividad de cercanía" que consiste en tocar puertas y mostrarse con vecinos en el interior de sus casas –un ícono del proselitismo PRO- llegó a un agotamiento, según considera el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y su coequiper Federico Morales, actual secretario de Movilización y Voluntariado del partido amarillo. Esta actividad tenía, salvo excepciones como las bajadas de Macri o la gobernadora María Eugenia Vidal, una cuestión de azar, que hasta ponía en una situación incómoda al dirigente que tocaba la puerta de un vecino no tan afecto al oficialismo.
Además de la viralización del mensaje oficial de campaña por WhatsApp, el objetivo central es que la comunicación proselitista pase por vecinos, como contó Letra P. En 2017, la idea rectora del peñismo para hacer campaña virtual fue la utilización de Facebook y la viralización de "historias de vida" de vecinos "beneficiados" por la gestión o la política de Cambiemos. Dos años después, vídeos cortos y audios con “gente común” que agradece o festeja una obra pública inundarán los celulares personales de los argentinos durante la campaña electoral. Un conductor que habla sobre la nueva autopista Paseo del Bajo y define como "orgásmico" el tiempo que ahorra en conectar el sur y el norte de la Ciudad es la última pieza del laboratorio oficialista que se publicó en la cuenta oficial de Instagram del Presidente.
El timbreo tal como se lo conoce cumplió un ciclo y se desactivó para dar lugar a reuniones con vecinos ”desencantados”, geográficamente ubicados y contactados por los referentes barriales del oficialismo. Son encuentros en clubes de barrios u organizaciones sociales que persiguen un objetivo claro: consolidar el voto duro y “recuperar” a quienes votaron al Gobierno y hoy cuestionan a viva voz a Macri por la crisis económica.
El tiempo que se ahorra al utilizar la herramienta de WhatsApp es inconmensurable y hasta contempla menos recursos humanos y financieros. “Agarro un vídeo y lo reenvío a diez, a esos diez les pido que se lo manden a otros diez y así. Tengo 50 grupos de reenvío”, explica un funcionario nacional.
En rigor, el macrismo sigue con sus salidas a la calle, lo que canceló es toda la cobertura mediática y vía redes sociales que implicaba el timbreo. No sólo hay un cambio conceptual del método de vinculación directa, sino, también, una modificación formal y hasta gestual. No habrá más bajadas de la plana mayor del Gobierno para explicar la gestión, pero los precandidatos de Cambiemos continúan sus recorridas en modo campaña y la plana joven del espacio reparte folletos. Por pedido de la Jefatura de Gabinete, se borró la palabra "timbreo" de esas jornadas de proselitisimo que se mantienen todos los sábados.
El trabajo para consolidar el voto duro corre también por cuenta de Macri, que desde hace días aprovecha cada actividad de gestión en cualquier provincia para reservarse unos minutos de la agenda y encontrarse con militantes del PRO. Lo hace bajo la plataforma de voluntariado Defensores del Cambio, que también tiene su faceta virtual: ministros, funcionarios, precandidatos, dirigentes, caciques barriales y voluntarios se unen para sacar provecho de WhatsApp y replicar el mensaje oficial por esa vía.
En la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, va por la reelección y, aunque encabeza reuniones con vecinos en clubes de barrio desde que asumió en 2015, también utilizará los beneficios proselitistas de WhatsApp y otras redes sociales.
Ministros, secretarios y diputados recibieron hace semanas una especie de instructivo sobre cómo "dar una mano para que Horacio siga transformando la Ciudad” y un link para registrarse en las bases de datos que contempla números a los que llegarán vídeos, audios, textos y stickers que contemplan información sobre obras y servicios en los barrios.
No obstante, Larreta continúa con los “timbreos” porteños. Los hace en la semana, pero también con una nueva modalidad: pide expresamente que sus funcionarios y los militantes no toquen timbres, sino que circulen por las calles con folletos y hablando con vecinos “al azar”. Concretamente, son "actividades de cercanía" para difundir las obras que se hacen en los barrios y las inauguraciones en la zona.