OPERACIÓN GOBERNABILIDAD

Punto para Macri: debilitó al PJ federal y fortaleció el plan de la polarización

Exhibió las grietas del peronismo del medio, que se desgrana mientras crece CFK. Ahora va por los gobernadores de Cambiemos y un par de peronistas que se sumen a Urtubey. A quiénes llamó el Presidente

Apenas la Casa Rosada reciba al senador Miguel Angel Pichetto y al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, para “discutir” los diez puntos “de gobernabilidad” que les acercó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, Cambiemos buscará proyectar la polarización buscada a la relación del Gobierno con los gobernadores. Será otra línea divisoria del Ejecutivo para diferenciar a políticos, precandidatos y gobernadores a “favor y en contra” del texto diseñado en el Palacio de Hacienda.

 

La ventilación de las negociaciones con los distintos sectores del PJ Federal, con la explícita decisión inicial de excluir al ex ministro de Economía Roberto Lavagna y a la ex presidenta Cristina Fernandez de Kirchner, le permitió al Gobierno recuperar la iniciativa política en un contexto de crisis y recesión en el que la agenda cotidiana está determinada por los indicadores negativos de la economía y el empeoramiento de las expectativas de la población sobre el futuro.

 

En la noche de este viernes, Macri cambió su posición respecto a Lavagna y lo llamó personalmente, dentro de una serie de comunicaciones que extendió a Pichetto y Urtubey para que suscriban el texto. De los tres destinatarios el ex ministro es el único que cuestionó el decálogo mediante sus voceros, que lo consideraron "una mera operación y una bomba de humo". 

 

En ese escenario, el operativo de los diez puntos fue vivido en el Gobierno como “un bálsamo” a pesar del rechazo -o justamente por esa exhibición de diferencias- que les dedicó una parte del peronismo, con un recorte de adhesiones que posiblemente reduzca el apoyo a Pichetto y Urtubey. En la Casa Rosada consideran que no es una exageración, sino el producto de comparar la semana pasada, cuando el dólar cerró una suba semanal del 9%, y la foto de este viernes, con los primeros resultados del inédito permiso obtenido del FMI para utilizar los dólares del endeudamiento e intervenir en la cotización del dólar por debajo del techo de la banda cambiaria.

 

El borrador de los diez puntos es producto de ese envión final permitido por Washington, aunque en Balcarce 50 niegan que su redacción haya sido un pedido del directorio del FMI. 

 

 

 

“Por más pequeña que sea la convocatoria de los firmantes al acuerdo, el tema está instalado; después, será el momento para que den explicaciones todos aquellos que se negaron a ser generosos, como pidió el Presidente”, evaluó un funcionario de Balcarce 50 que ya prepara una agenda ambiciosa de puestas en escena para la próxima semana.

 

Junto al road show político, también habrá un capítulo dedicado a los empresarios y todavía no hay certezas sobre la forma de acercar a un sector del sindicalismo. Esa lista de invitados corre por cuenta de Pichetto, aunque el senador ya avisó de la dificultad que implica la mención elíptica a una nueva reforma laboral y otra previsional. En la dinámica polarizadora que eligió el Gobierno, a sus operadores les basta que los aludidos guarden silencio para luego señalarlos.

 

 

El Presidente visitó Vaca Muerta este viernes, le pidió "generosidad" a la oposición y buscó que el gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, ponga el gancho al pacto. 

 

 

LISTA CORTA DE FIRMANTES. Será una serie de “fotos políticas” donde el Gobierno primero recurrirá a los propios para darle más cuerpo al texto. Cerca del Presidente aguardan que la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, suscriban el documento junto a los tres mandatarios que tiene el radicalismo: Gerardo Morales (Jujuy), Gustavo Valdés (Corrientes) y Alfredo Cornejo (Mendoza), que este viernes se anticipó a sus pares macristas y aprovechó el texto del pacto para revisitar su pensamiento sobre cómo debería funcionar Cambiemos de ahora en adelante.

 

“Para mí es útil ampliar Cambiemos a otras fuerzas, a otros dirigentes como Lavagna, Pichetto, Urtubey y Massa", aseguró el titular del Comité Nacional de la UCR para respaldar el texto. Lo consideró “una buena iniciativa" para “ampliar Cambiemos y enfrentar las vicisitudes que la Argentina tiene y con las que se presenta ante el mundo. No hay que poner límites, el Gobierno solo, con el presidente Macri a la cabeza, no lo puede hacer", dijo el dirigente radical. En la Casa Rosada no perdieron de vista los apelativos del mendocino a la debilidad del Ejecutivo, pero también leyeron sus palabras como la aceptación del convite que el Gobierno organizará la semana próxima.

 

Entre los principales dirigentes del radicalismo, que se preparan para ratificar la permanencia del partido dentro de Cambiemos, hay una divergencia con el Gobierno respecto al rol de Lavagna. Cornejo y el diputado nacional y ex embajador en Estados Unidos Martín Lousteau consideran que el costo de acercarse al peronismo debe ser equilibrado con negociaciones de acercamiento con Lavagna, un punto que la Casa Rosada buscará eludir en la medida en que el ex ministro siga demoliendo la iniciativa.

 

 

 

En rigor, el problema no sólo es discursivo. La decisión manifiesta de eludir a Lavagna tiene costos en el operativo de acercamiento con gobernadores peronistas como el sanjuanino Sergio Uñac o el cordobés Juan Schiaretti, que se mantendrán distantes del pacto, aunque lo criticarán con cautela, o en la medida en que comprueben la soledad que podría padecer el Gobierno cuando la iniciativa solo sea respaldada por Pichetto, Urtubey, los cinco mandatarios de Cambiemos y un posible invitado especial: el gobernador de Neuquén, Omar Gutiérrez, que este viernes recibió la visita del Presidente para recorrer tres localidades de Vaca Muerta.

 

El líder del PRO no sólo recorrió el yacimiento no convencional, sino que se mostró junto al mandatario del Movimiento Popular Neuquino para pedirles generosidad a sus adversarios y aliados. La rúbrica del gobernador patagónico es casi un hecho para el Gobierno, porque ya fue reelecto y la relación con Macri tiene más beneficios que desventajas. 

 

Aún así, Lousteau insistió en sus coincidencias con el ex ministro, pero aportó su granito a la polarización. "No sé si gana Cristina. No sé qué hará la sociedad. Mi opinión es que, si ganase, por lo que vemos en sus escritos y declaraciones, si la tesitura del gobierno de Cristina fuera igual al anterior, la Argentina tendría un montón de problemas”, insistió este viernes el diputado, que desde hace dos semanas busca distanciarse de Cambiemos.

 

A pesar de las críticas que destilan los radicales cambiemistas, en el Gobierno consideran que la primera fase de los diez puntos fue cumplida luego de conmover el tinglado político del peronismo con el decálogo diseñado en Hacienda.

 

Javier Milei como diputado en Congreso.
Jueza federal María Servini.

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