La invitación del presidente Mauricio Macri a un sector del peronismo para avanzar en la firma conjunta de un documento de diez puntos con políticas de Estado dejó al descubierto las diferencias internas en Alternativa Federal, donde Sergio Massa y Roberto Lavagna se unieron en su rechazo a las negociaciones mientras que Juan Manuel Urtubey recurrió a una fórmula más conciliadora y afirmó que no se puede “negar a debatir” con el Gobierno. Por lo bajo, varios dirigentes apuntaron contra Miguel Ángel Pichetto por haberse “cortado solo” y “dejarse arrastrar” por el ministro Rogelio Frigerio en su afán acuerdista.
Lavagna fue el primero en salir a rechazar públicamente el acuerdo con una declaración que hizo desde su cuenta de Twitter este viernes por la mañana, pocas horas después de que se conociera la convocatoria al diálogo. “Está claro que el Gobierno atraviesa una seria crisis de confianza. No hay que jugar con las expectativas de la gente a partir de la especulación política y los titulares de los diarios. Consenso es escucha sincera de los que piensan distinto no marketing”, dijo el ex ministro de Economía.
Luego de dejar en claro su rechazo, Lavagna publicó una serie de tuits en los que refutó, uno por uno, los planteos de la Rosada. “Los encuentro vacíos de contenido y argumentos, sin dirección alguna”, dijo, sin anestesia, sobre los puntos referidos al sistema previsional, la consolidación del sistema federal y de un sistema de estadísticas transparente.
Massa tampoco avala el diálogo. El líder del Frente Renovador convocó a una conferencia de prensa en sus oficinas de campaña para anunciar su rechazo a la propuesta que, según dijo, el Gobierno “filtró a los medios”, y que tuvo supuestamente como objetivo meter la cuchara en la interna peronista y llevar al espacio no kirchnerista a una encrucijada: comprometerse a dar gobernabilidad o quedar pegado a Cristina Fernández de Kirchner.
Entre los rechazos silenciosos, Letra P también pudo recolectar declaraciones de dirigentes de diferentes provincias que miran de reojo a Pichetto por haberse “dejado arrastrar a esta situación indeseable” por el ministro Frigerio y el ala política del Gobierno, promotora del acuerdo. “Hubo mala praxis de Miguel”, protestó un influyente referente del peronismo en el interior, de diálogo frecuente con Pichetto.
Desde otro sector de Alternativa Federal se preguntaron si el senador rionegrino no había sido víctima de “una emboscada” del Gobierno para dividir al peronismo más conciliador. En el entorno de cuatro gobernadores afirmaron a este portal que se habían anoticiado de la convocatoria “por los diarios”. Los mandatarios prefirieron mantenerse al margen de la discusión pública, con la mirada puesta únicamente en las elecciones provinciales.
“La Argentina necesita acuerdos y deben ser discutidos sin especulaciones electorales con los gobernadores y los representantes de los trabajadores. Los puntos que fueron remitidos por el ministro del Interior son un esquema inicial y deben ser discutidos en profundidad”, explicó este viernes por la tarde Pichetto, ya con el malestar extendido entre los dirigentes de Alternativa Federal.
Fue Urtubey el único de los gobernadores en salir a dar su apoyo a la idea. “Negarse a debatir sobre cómo solucionar los temas que le importan a la sociedad sería antidemocrático y lograr consensos entre todos sería una demostración de madurez política”, dijo el salteño por la tarde en su provincia, en diálogo con Télam. El gobernador afirmó, sin embargo, que “hubiese sido mejor” que estos puntos se discutieran “al inicio de la gestión del Gobierno y no en tiempos electorales” y en plena crisis. Pero agregó que “mejor ahora que nunca”.
En tanto, desde el resto de los sectores del peronismo rechazaron de plano la convocatoria. El jefe del bloque del Frente para la Victoria en Diputados, Agustín Rossi, dijo en radio Concepto que los diez puntos "son una hoja de ruta planteada por el FMI", ya que no hablan de "mejoras para los argentinos, pero sí de déficit, de pagar la deuda y de reforma laboral". Además, confirmó que nadie del Gobierno se comunicó con el kirchnerismo para extenderle la invitación al diálogo, pese a que Cristina lidera las encuestas entre los opositores. Por su parte, Felipe Solá acusó al Gobierno de "elegir la oposición que más le conviene" y pidió una convocatoria "al diálogo a todos los sectores sociales, políticos y productivos, no solo a los amigos".