La Unión Cívica Radical (UCR) juega una nueva carta en su interminable negociación con el PRO para robustecer la alianza Cambiemos: luego de la decisión de Alternativa Federal de competir de manera independiente y clausurar cualquier acuerdo con el oficialismo, el radicalismo apuesta ahora a poner el compañero de fórmula de Mauricio Macri.
Tras semanas de silencio, mientras los planteos radicales se hacían públicos, el Gobierno abrió la posibilidad de que el precandidato a vicepresidente provenga de la UCR. Lo admitieron el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y los ministros Rogelio Frigerio (Interior) y Carolina Stanley (Desarrollo Social).
La probabilidad de un vice radical en el binomio de Cambiemos sobrevoló durante toda la tarde del lunes en Parque Norte, mientras algunos convencionales despotricaban abiertamente contra el Gobierno y otros defendían a capa y espada el sostenimiento de la coalición gubernamental. La Casa Rosada seguía de cerca los entretelones de la Convención nacional, cuyo epicentro de discusión estaba en el VIP del salón Ombú, donde únicamente podían ingresar el jefe del partido y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, sus colegas mandatarios Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), como también los diputados y senadores nacionales del partido.
Ernesto Sanz, en la danza de candidatos para el puesto de vice. (Foto: AGLP)
Ese debate subterráneo se mantuvo a lo largo de la jornada y Cornejo evitó decirlo públicamente. Cuando habló, a minutos de la votación final, buscó enfatizar la propuesta de ampliar Cambiemos y sumar al peronismo federal para derrotar al kirchnerismo.
Con el PRO abierto a dar esa discusión, la UCR puntea una serie de nombres para acompañar a Macri: el diputado Martín Lousteau, el jefe del interbloque Cambiemos, Mario Negri, y hasta el propio Cornejo suenan como las propuestas para integrar el binomio oficialista. Sin embargo, el ex senador Ernesto Sanz es quien arrastra más apoyos dentro de los distintos grupos del radicalismo nacional.
Por ahora, la posibilidad de la vicepresidencia es el único punto que el Gobierno está dispuesto a ofrecer del total de exigencias del petitorio de la UCR. Como contó Letra P, el radicalismo eligió un sexteto de dirigentes para negociar con el PRO la ampliación de la alianza, las candidaturas y, en menor medida, la probabilidad de internas, hoy descartada por la Casa Rosada.