Ofuscado por los gritos ensordecedores de un grupo de militantes, el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Alfredo Cornejo, pidió el lunes enérgicamente un acuerdo de Cambiemos con el peronismo federal. Puso así en palabras lo que la dirigencia del centenario partido debatió durante las últimas semanas, una propuesta que todavía genera simpatías en un sector de PRO que vive en constante tensión con el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Sin embargo, la Casa Rosada sostiene que el reclamo radical llega “tarde” y busca restarle gravitación a lo que califican como una “marcada de cancha” y una crítica, por elevación, a la supuesta “falta de política” del oficialismo.
De hecho, los referentes de Alternativa Federal acordaron este martes competir de manera independiente.
Atado a la incertidumbre propia de las vísperas de los cierres electorales, el Gobierno de Mauricio Macri prefiere mantener el silencio sobre un posible acuerdo y sostiene que “todo puede pasar”. Pero el acercamiento al peronismo federal está descartado para antes de las PASO del 11 de agosto. En la Casa Rosada admiten que Macri "pagó barato" y que respiró aliviado tras la resolución de la Convención radical y la reafirmación de la alianza con el PRO y la Coalición Cívica de Elisa Carrió.
En Balcarce 50 también le ponen paños fríos a la exigencia de la UCR y abren un interrogante: “¿Quién quiere venir?”. La alquimia, compleja, de incorporar peronistas a la toma de decisiones por parte del Gobierno se discute desde mediados de 2018 y jamás llegó a buen puerto. Parte del naufragio de esa propuesta radica en la negativa de Macri y Peña. Emilio Monzó, Rogelio Frigerio y Horacio Rodríguez Larreta se consideran acreedores de ese diseño, pero también admiten que el tiempo apremia y que el margen para un acuerdo se acota. Sonrieron por la resolución final del radicalismo, pero coinciden con el jefe de Gabinete en que ya es “tarde” y en que esa exigencia fue pirotecnia y una especie de declamación para contener las tensiones internas. De hecho, los popes de Alternativa Federal acordaron este martes buscar un candidato presidencial propio en las PASO.
Cerrada, por ahora, la posibilidad de un acercamiento previo a las elecciones primarias, el comando de campaña amarillo confía en un “entendimiento” con el peronismo alternativo para una presunta segunda vuelta. El escenario soñado implica, y en esto coinciden radicales y macristas, que Alternativa Federal quede fuera del ballotage y que la discusión final se dé entre Cambiemos y la fórmula Fernández-Fernández. Bajo ese diagnóstico, el PRO debería recién en esa instancia acercar posiciones con Alternativa Federal para derrotar al kirchnerismo y para forjar un acuerdo de gobernabilidad.
“Nos dicen que no hacemos política. Tuvimos al Presidente hace una semana convocando al diálogo a Urtubey, Pichetto y Schiaretti. Ese es el peronismo con el que queremos discutir el futuro de la Argentina”, sacan pecho en el PRO.
Valga la ironía, la cúpula de la UCR devuelve esa respuesta con la misma palabra que usa el macrismo: para los radicales, esos gestos de Macri también llegan “tarde”.