Elecciones 2019

La Pampa les pegó en el piso al Gobierno y al peronismo federal

La nueva paliza sufrida por Cambiemos cierra un fin de semana dramático para la Casa Rosada, groggy por el golpe de CFK. El éxito de la unidad arrincona más a los Lavagna y los Massa.

Si faltaba algo para que la alianza gobernante Cambiemos pasara un fin de semana dramático después de quedar atontada frente al anuncio de la fórmula Fernández-Fernández, que golpeó en el corazón de la estrategia oficial basada en el miedo a una hecatombe a la venezolana, el peronismo pampeano le propinó otra paliza que se suma a la saga de resultados adversos para Balcarce 50.

 

 

 

La paliza del peronismo liderado por el mandatario saliente es un eslabón más en una cadena de derrotas que viene enhebrando la alianza liderada por el presidente Mauricio Macri.

 

Todo comenzó en febrero justamente en La Pampa, donde el candidato auspiciado por la Casa Rosada, Carlos Mac Allister, cayó en la interna de la coalición con Kroneberger. Después, Cambiemos salió tercero en las generales de Neuquén, segundo en las PASO de San Juan, tercero en las primarias de Chubut, tercero en las generales de Río Negro, segundo en las PASO de Entre Ríos, tercero en las primarias de Santa Fe y en las generales de Córdoba los dos representantes del radicalismo obtuvieron, juntos, la mitad de los votos que el reelecto gobernador peronista Juan Schiaretti.

 

 

 

La derrota de este domingo se produce con la Casa Rosada en shock por la jugada sorpresiva de Cristina Fernández, que decidió correrse un poco del centro de la escena y ceder la candidatura presidencial del kirchnerismo a un peronista moderado que la criticó severamente durante los últimos años de su gobierno y mantiene vínculos y diálogo con todos los sectores del peronismo. En síntesis, CFK le dio un golpe seco a los cimientos mismos de la estrategia electoral del oficialismo: la híper polarización con el pasado representado por la ex presidenta.

 

El analista Sergio Berensztein identifica a la candidatura de Alberto Fernández como "una mala noticia" para Mauricio Macri.

En un informe conocido este domingo, el analista Sergio Berensztein identifica a la candidatura de Alberto Fernández como “una mala noticia” para el Gobierno. “Mauricio Macri necesitaba que CFK encabezara su fórmula presidencial para hacer valer sus credenciales de líder anti K y amortiguar el desgaste por la crisis económica y las divisiones dentro de Cambiemos”, señala el consultor.

 

En esa línea, indica que Macri, a quien describe como “un líder debilitado y cuestionado dentro de su propia coalición”, tenía “la potencialidad de recuperar cierto atractivo anteponiéndose a una figura polarizada e ideológicamente distinta”. Y pronostica “mayores dificultades” para el jefe de Estado en el camino hacia su reelección ahora que deberá enfrentar a un adversario “de perfil moderado, pragmático y flexible”.

 

Berensztein coincide en que la fórmula F-F “complica también las chances de Alternativa Federal”.

 

El peronismo del medio “dejó pasar muchas posibilidades de consolidar un proyecto de poder que llenara el vacío generado por la polarización entre CFK y Mauricio Macri”, dice el analista y habla de “la tracción que la fórmula AF-CFK” puede generar en “figuras moderadas del peronismo”.

 

Lo dicho al principio: en cuestión de horas, los gobernadores Juan Manzur (Tucumán), Rosana Bertone (Terra del Fuego), Sergio Casas (La Rioja), Gerardo Zamora (Santiago del Estero), Domingo Peppo (Chaco) y Gustavo Bordet (Entre Ríos), que venían militando en el combo Alternativa Federal, salieron a celebrar la candidatura presidencial de Alberto Fernández y el renunciamiento de CFK.

 

 

 

Los 282.055 pampeanos que estuvieron habilitados para votar son una aguja en el pajar del padrón nacional. No es La Pampa, claro, un distrito que ponga ni saque presidentes. Pero en este contexto, este domingo, los más de 100 mil votos que el peronismo se encaminaba a obtener caían sobre la Casa Rosada con el poder de daño de una lluvia ácida. Y las palabras de Verna, veterano de mil batallas que por decoro no llamó traidores a los dirigentes que no tributen a la unidad del 80% que se dispone a construir Cristina, son moscas zumbonas en las orejas de los Massa, los Lavagna, los Pichetto, los Urtubey y los Schiaretti.

 

Victoria Villarruel.
Victoria Villarruel y Javier Milei. 

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