La candidatura presidencial de Alberto Fernández, confirmada este sábado por la mañana a través de la propia voz de Cristina Fernández de Kirchner, empezó a detonar, de a una, las ambiciones de los que esperaban una definición de la ex presidenta. En cuestión de minutos, Felipe Solá y Agustín Rossi, dos hombres cercanos a la senadora que mantenían latente sus aspiraciones presidenciales, se bajaron y se encolumnaron en la flamante fórmula K.
De los anotados en esa lista de precandidatos del peronismo más cercano al kirchnerismo resta definir el futuro de Daniel Scioli: el ex gobernador bonaerense deberá definir si mantiene su postulación y va a una interna o si, como Solá y Rossi, se corre para allanarle el camino a la fórmula AF-CFK.
“AF - CFK es la fórmula que nos representará en las próximas elecciones. Ahí estaremos, defiendo las mismas ideas y valores, como siempre, con aplausos o con huevazos”, escribió en Twitter el presidente del bloque de diputados del Frente para la Victoria (FPV), con una alusión a los escraches de los que fue víctima en Santa Fe en campañas anteriores.
“Mi candidatura tenía una única misión: construir una unidad amplia para defender al trabajo, a los humildes y a la clase media. Ese objetivo está cumplido”, advirtió Solá por la misma red social. “Celebro la decisión de Cristina. Felicito a Alberto”, completó.
El gesto de ambos dirigentes asoma como lo que, se espera, sea una conducta que atraviese el “frente patriótico” que preparan Cristina y el PJ. Solá, de hecho, queda ahora bien posicionado para el futuro armado de listas en la provincia de Buenos Aires.
Por ahora, la última noticia de Scioli es, justamente, su última publicación en Twitter: “Voy a ser candidato a presidente”. Es del viernes a la noche, justo antes de que un video de Youtube de 12 minutos, mandado a circular por Whatsapp, diera vuelta todo el escenario electoral.