Entrevista | Luis Otero

“Vidal es lo mejor que nos pasó en los últimos 30 años en la provincia”

El popular periodista quedó como único candidato a la intendencia de Avellaneda por Cambiemos. “Menos cartel y más acción”, le reclama a Ferraresi, a quien intenta arrebatarle la intendencia.

Abogado, periodista, maestro scout y padre de familia son las características que Luis Otero elige para definirse. Desde hace algunas semanas suma otra, la condición de candidato a la intendencia de Avellaneda por la UCR en Cambiemos. Su arribo a la política fue alentado por la popularidad que cosechó durante los más de 30 años de ejercer el periodismo en Canal 13 y la señal de cable TN, tarea que abandonó en marzo pasado por considerar que era “incompatible” con su postulación.

 

Otero se asume como un “afiliado radical” de toda la vida y destaca la herencia familiar partidaria de su bisabuelo, “uno de los primeros radicales en Avellaneda”. Una condición partidaria que puso en discusión la candidatura ya instalada de la senadora nacional ultra PRO Gladys González, quien finalmente se bajó de la carrera. “Me dijo que yo era el mejor candidato”, contó Otero a Letra P durante una entrevista en su oficina del distrito que busca comandar. El ex conductor de TV destaca la posición de su fugaz contrincante, no esquiva hablar sobre la denuncia por abuso sexual que pesa sobre el ex presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca, esposo de González, y marca como ejes principales de su campaña la transparencia en la gestión y la lucha contra la corrupción.

 

Sobre el intendente peronista que va por la reelección, Jorge Ferraresi, dice que lo conoce de pequeño y, aunque no quiere “criticarlo”, remarca sus diferencias de estilo y señala críticas a su gestión que ya lleva diez años consecutivos.

 

 

BIO. Radical de familia, nació y desarrolló su carrera de abogado en Avellaneda, una tarea que compartió con su profesión de periodista por 33 años. Casado, con tres hijos. “El más grande estudia abogacía y colabora conmigo, la del medio ‘la colorada’, trabaja en el departamento inmobiliario del estudio y la menor es empleada de comercio, bombera voluntaria y estudia gestión de riesgo”. Su candidatura a intendente de Avellaneda es su primera incursión en la política, de la mano de la UCR, un partido al que pertenece desde su infancia, pero en el que dejó de militar durante el tiempo que ejerció el periodismo.

 

María Eugenia Vidal es lo mejor que nos pasó en los últimos 30 años en la provincia de Buenos Aires”, define Otero. Ubicado en una de varias oficinas que pueblan el primer piso del antiguo edificio donde desde hace 33 años tiene su estudio de abogado, el candidato de la UCR alaba de forma enfática la gestión y la figura de la gobernadora bonaerense.

 

“Es la mejor en su gestión y como líder político hay una diferencia sustancial entre Vidal y los anteriores gobernadores de la provincia. Por su sensibilidad y su practicidad en la solución de los problemas y por los criterios que utiliza para resolverlos”, remarca.

 

-Desde hace tiempo se mencionaba su nombre como candidato, pero la candidata oficial era Gladys González. ¿Cómo definió postularse en Avellaneda?

 

-Paradójicamente, los primeros que vinieron a buscarme fueron del PRO, mucho antes de que Vidal fuera gobernadora, cuando (Mauricio) Macri era jefe de gobierno porteño. Yo les dije “soy afiliado radical y si algún día se me ocurre va a ser por ese camino”. Y la conversación terminó ahí.

 

-¿Con quiénes habló en ese momento?

 

-Con Federico Salvai, que era legislador, y con Néstor Grindetti, los dos como referentes del gobierno de la Ciudad. Me dijeron que creían que yo tenía el perfil y les dije que si algún día había un acuerdo con los blancos y rojos y se daban las condiciones personales mías hablábamos. Entonces me convocaron a otra reunión donde estaba Vidal.

 

"Paradójicamente, los primeros que vinieron a buscarme fueron del PRO, mucho antes que Vidal fuera gobernadora, cuando (Mauricio) Macri era jefe de gobierno porteño. Yo les dije 'soy afiliado radical y si algún día se me ocurre va a ser por ese camino'. Y la conversación terminó ahí."

-¿Qué hizo ella?

 

-Ella trató de convencerme y yo le dije que no estaban dadas las condiciones.

 

-¿Y qué lo decidió a lanzarse finalmente como candidato? 

 

-El chip fue que mis hijos ya son grandes, ya tengo nietos. Mi bisabuelo estuvo entre los primeros que fundaron el radicalismo en Avellaneda. Del lado materno tengo una tradición muy fuerte y del lado paterno la cosa está mezclada porque vienen de Entre Ríos y hay de todo (ríe).Y en mi familia también hay de todo pero somos de no pelearnos, de conversar, que es lo que necesita este país. Aprendí eso en el movimiento scout, el que piensa distinto me enriquece y todos somos hermanos. A mí no me vas a ver parado en la grieta, ni en el medio ni en un costado, porque el único enemigo es el corrupto y la corrupción no tiene color político en este país.

 

-Macri, también Vidal, aluden a la corrupción como una exclusividad del gobierno kirchnerista, como si en Cambiemos no fuera posible, malos y buenos.

 

 -No es tan tajante. No creo que alguien pueda afirmar que tenemos corrupción cero en todos los ámbitos. Lo importante es que las cosas se investiguen sin fueros, esto es república y los fueros se crearon para evitar la persecución política porque pensás distinto, pero no porque robas o porque supuestamente están acusado de robar. Una investigación judicial para mí no es una persecución política. Toda persona que es denunciada por algo debe renunciar en el acto a los fueros. Ahora, tengo que marcar que en esta etapa se nota el compromiso de pelear contra la corrupción. Se notan diferencias con los gobiernos anteriores, los jueces y fiscales que uno conoce y con los que habla dicen que se sienten más libres para investigar, que antes recibían presiones para no hacerlo.

 

-Usted recién hablaba de la necesidad de renunciar a los fueros cuando hay una denuncia, como fue el caso de Manuel Mosca, quien fue denunciado por abuso sexual. ¿Qué impresión le da ese caso? ¿Repercutió de aluna manera en su postulación, teniendo en cuenta que es el marido de Gladys González?

 

-La llamé a Gladys y le dije “estoy con vos en este momento”. Es una situación de mierda. Pero lo importante es que esto se investigue en la Justicia, es una denuncia muy delicada, es un hecho grave que si se confirma sería muy lamentable y si Mosca tiene en su defensa cosas que decir está muy bien. Pero si la víctima es realmente víctima que pase lo que tenga que pasar.

 

 

 

-¿Qué le dijo González cuando la llamo?

 

-Me agradeció. No tenemos una relación previa. Nos conocimos en este ámbito y hemos hablado pocas veces, pero uno viendo esa situación familiar la verdad que merece por lo menos la palmada en la espalda y un abrazo de contención.

 

-¿Y cómo se resolvió su candidatura puertas adentro de Cambiemos?

 

-El 22 de marzo, cuando renuncié al canal, le comuniqué inmediatamente a Daniel Salvador (vicegobernador y titular de la UCR bonaerense) y al presidente del partido en Avellaneda, Fernando Landaburu, y a nadie más porque soy orgánico.

 

-¿Qué le dijo Salvador?

 

-Saltaba en una pata porque fue uno de los que más insistió en mi candidatura. Daniel es una de las mejores personas que he conocido en política. En la UCR hay muy buenos tipos aunque a veces discuten mucho entre ellos (ríe) y eso no le hace bien a la comunidad.

 

 

 

-Como fue el caso de Córdoba, donde los dos candidatos radicales se enfrentaron en la elección general.

 

-El caso Córdoba ha sido de una torpeza enorme y lo dije desde el principio, porque la gente pide lo contrario. Pide el encuentro, que las diferencias sean un punto de partida para construir, no para dividirse.

 

-¿Y en el caso del radicalismo bonaerense?

 

-El radicalismo bonaerense está construyendo otra cosa, porque se dieron cuenta. Igual uno tiene que trabajar mucho como en una familia. La cultura de la confrontación debe dar paso a la cultura del encuentro, no podemos estar todo el tiempo confrontando.

 

 

"El caso Córdoba ha sido de una torpeza enorme. Lo dije desde el principio. La gente pide lo contrario, pide el encuentro, que las diferencias sean un punto de partido para construir no para dividirse."

 

 

-¿Qué pasó luego de que usted les comunicó a sus correligionarios su decisión de ser candidato? ¿Qué dijeron en el gobierno?

 

-La respuesta que tuvimos del otro lado fue “la candidata nuestra es Gladys” (suelta una carcajada espontánea). Y entonces se produjeron conversaciones de las cuales yo no participé. Finalmente, y mucho antes de que se conociera la denuncia contra Mosca, Gladys decidió bajarse. Creo que para el día que fuimos a Olivos (los candidatos “sin tierra” de Cambiemos bonaerense almorzaron con el presidente) ellos ya lo tenían decidido pero no lo habían comunicado. Gladys se lo comunicó a sus partidarios y después se lo comunicaron a Salvador y él a mí.

 

-¿Habló con ella tras la decisión de abandonar la candidatura?

 

-Sí. Me dijo “vos sos el mejor candidato”. Fue un gran gesto que la enaltece y no tuvo nada que ver con lo que vino después.

 

-¿Ella va a participar de la campaña?

 

-Ella le dio la directiva a toda su gente de que labure conmigo. Creo que ahora ella tiene cosas personales que resolver y hace bien en tomar un tiempo de respiro.

 

 

 

-Jorge Ferraresi hace diez años gobierna un municipio de historia peronista. ¿Cómo piensa ganar?

 

-Ahí disiento. No es un municipio peronista sino radical. Lo que pasa es que la UCR en su interna permanente se ha ido desgranado pero creo que el viejo radicalismo fuerte va a volver.

 

-¿Qué opina de Ferraresi?

 

-Con Jorge nos conocemos de chicos, siempre hemos tenido conversación aunque últimamente no tanto. Pero creo que es el momento de cambiar figuras en Avellaneda, que la alternativa democrática haga lo suyo. Hay muchos problemas recurrentes que se han mantenido y que probablemente se podrían haber resuelto. No quiero con esto atacar o criticar a Jorge, pero sí tengo la convicción de que vamos a hacer mejor las cosas.

 

-Como adversario le toca un intendente con perfil extremo, muy crítico a la gestión de Cambiemos.

 

-Él tiene ese estilo, yo soy distinto y profeso otro tipo de valores. No lo voy a criticar. Jorge es como se muestra y yo soy como me muestro. Y este estilo diferente creo que es lo que está necesitando Avellaneda en este momento, que incluya más y sea más descentralizado.

 

 

 

-Con diez años de gestión ininterrumpida y en busca de cuatro más, Ferraresi parece inclinar su perfil hacia el de caudillo.

 

-Hay mucha preocupación en mostrar cosas que se hacen cuando, en realidad, es tu obligación hacer las cosas. No tanto cartel y más acción. El vecino no va a ver en mi gestión un cartel que diga gestión Otero. En general, no sólo en Avellaneda, se comunica de una manera que pareciera que el intendente fuera el caudillo local y en realidad tiene que ser de otra manera. Los personalismos no son buenos, por eso nosotros le vamos a cambiar mucho el estilo a la forma de gestión, porque el servicio político es un servicio público. No vas a ver en mi intendencia un cartel que diga "Gestión Otero".

 

-Pero antes vienen las elecciones, ¿tiene preparado el plan de fiscalización?

 

-Sí, hemos hecho una convocatoria y ya se anotaron más de mil voluntarios. Y no solo del radicalismo, también hay de otros partidos que confían en nosotros.

 

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