ELECCIONES 2019. LA ECONOMÍA

La desinflación de Macri, del pronóstico reservado al enigma del dólar

El pico de marzo y el arrastre de abril. ¿Mayo empezará con 3 y junio con 2? La incertidumbre electoral y los parches del Gobierno. Futuro se llama precariedad.

Escaldado por la realidad, Mauricio Macri ya no promete fulminar la inflación con su sola presencia, como había hecho en la campaña de 2015, cuando señalaba que ese fenómeno es la “demostración de la incapacidad para gobernar” y afirmaba que, en su mandato, no iba “a ser un tema ni un desafío”. Ahora apenas promete “ir avanzando para erradicarla” desde el pico que se registrará en marzo, según se anticipó a reconocer este lunes. Los especialistas, sin embargo, son cautelosos sobre ese pronóstico y, aunque en su mayoría auguran un sendero descendente, creen que va a continuar en niveles altos y que, incluso, podría volver a empinarse si el dólar se sale de control en la previa de la elección de octubre.

 

 

La suba de los precios es el principal problema económico y político del Gobierno. Esta hace que el consumo siga deprimido, que el mal humor crezca y hasta que la especulación cambiaria encuentre excusas. Es por eso que, siempre con la mira puesta en los comicios, se dispone a lanzar este miércoles los Precios Especiales, su versión de emergencia de los Precios Cuidados kirchneristas, aunque eso implique un cambio de estrategia y hasta de ADN en materia de política económica. Y, en el frente cambiario, busca ponerle la bota encima a la divisa con las licitaciones del Tesoro de 60 millones de dólares diarias, en un intento por frenar las expectativas de devaluación y de cortar el círculo vicioso que se suele generar entre el billete verde y los precios.

 

En términos generales, los consultores de referencia no son demasiado optimistas. La última edición del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), hay que recordar, incrementó la expectativa de inflación para el año al 36%, cuatro puntos más que en febrero y siete más que en enero.

 

Dos consultoras líderes como Elypsis y Eco Go van más allá y esperan una inflación del 38% en todo 2019, en tanto que otros analistas hablan incluso de un 40%.

 

El  relato oficial buscará mostrar un número menor que el 47,6% de 2018 como una mejora y, mes a mes, cualquier reducción como un avance en su cruzada desde el "pico" de marzo, que arrojará una interanual cercana al 54%.

 

 

 

Al menos en lo más inmediato, a Macri le costará sustentar su optimismo: Elypsis, que calculó una inflación del 4,1% en marzo, prevé que este mes rondará el 4%. “Es lo que vemos por ahora”, le dijo a Letra P su economista jefe, Gabriel Zelpo.

 

“Es temprano para hablar de mayo, pero diría que va a estar más cerca del 3%”, añadió. Tal vez entonces el Gobierno pueda empezar a hablar de desaceleración. ¿El índice comenzará con 2 desde mediados de año?

 

Federico Furiase, director de Eco Go, le dijo a este portal que “un escenario de desaceleración en el segundo semestre está subordinado a las chances de la política monetaria de controlar el dólar frente a la incertidumbre electoral”. Para él, el número elevado de marzo “dejará un arrastre para abril”, mes en el que se empezará a demostrar si la bisagra virtuosa imaginada por el presidente se concreta.

 

Para Leandro Ziccarelli, coordinador del Observatorio Monetario-Financiero del CEPA (Centro de Economía Política Argentina), “la Inflación va a bajar en abril con respecto a marzo y después, hasta junio, vemos un promedio mensual de 2 a 2,5%. Fue para eso que se habían adelantado los tarifazos” para el primer tramo del año.

 

Después, todo dependerá de qué pase con el dólar.

 

“Sí, esa es la variable que el Gobierno no controla y que, claramente, puede mover todo el esquema”, añadió el hombre del CEPA.

 

 

 

Gustavo Reija, director de la consultora Mecronomic, presentó una mirada más descarnada.

 

“Los anuncios que se realizarán el miércoles sobre un supuesto control de precios de algunos productos de la canasta básica reflejan un intento, bastante improvisado, de frenar un proceso de aceleración inflacionaria en el que está inmersa la economía. Pero a pesar de que el apretón monetario iniciado en octubre lleva ya más de seis meses de ejecución, la dinámica inflacionaria contradice las expectativas del Gobierno”, le dijo a Letra P.

 

“En mi opinión, las medidas de control o regulación de precios tendrán efecto muy limitado y de corto plazo. Sin un enfoque integral no hay desinflación sostenible. Con la emisión de Leliq (Letras de Liquidez, deuda del Banco Central) superando el billón de pesos a tasas exorbitantes en términos reales, lo que implica déficit cuasi fiscal creciente, con un dólar inestable, aumento de precios regulados y un proceso de caída de demanda de pesos y dolarización de carteras por riesgo electoral, solo podemos hablar de parches para llegar a octubre”, añadió.

 

“En nuestro escenario base, al día de hoy, la tasa de inflación va a estar entre 38 y 40%”, arriesgó Reija.

 

Para él, “la tendencia base no es a la baja. Habrá volatilidad, con meses con índices más altos y otros más bajos, pero no ingresaremos en un proceso de desinflación”.

 

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