No muy convencido por el resultado de la medida, el presidente de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Gerardo Díaz Beltrán, desalentó el congelamiento de precios que impulsa la Casa Rosada, que, como reveló Letra P, estará camuflado en un plan de Precio Especial. “Es una medida que tiene un efecto real inmediato", pero "en el corto plazo se desactiva automáticamente”, consideró el dirigente en diálogo con este portal.
Díaz Beltrán aterrizó en Santa Fe para el lanzamiento de la vigésima edición de la Feria internacional de la Alimentación de Rosario (FIAR), la más importante del rubro en el país, organizada por la Asociación Empresaria de Rosario junto a los gobiernos provincial y municipal.
Pegado al gobernador Miguel Lifschitz y la intendenta Mónica Fein, el dirigente, oriundo de Misiones, destacó el tenor de la exposición que se extenderá hasta el sábado, pero también dio detalles sobre el proceso de crisis que atraviesa el sector. Díaz Beltrán le dijo a Letra P que “se habla de 30 cierres de pymes por día”.
-¿Cuál es la situación de las pymes?
-Están pasando un momento difícil, complejo. No se trata solo de un problema de ventas. Los desequilibrios de la macroeconomía están siendo soportados por las pymes: las tasas que estamos pagando, la presión impositiva que tenemos y los costos laborales hacen de sostén y no de red de la macroeconomía.
-¿Qué debería hacer el Gobierno?
-Necesitamos un cambio estructural en Argentina. Trabajar sobre una reformulación del sistema financiero. Cada vez que se da una crisis de esta naturaleza, no solo se ve la mortandad de pymes, sino el retroceso y la falta de evolución en el acompañamiento en la evaluación que tiene que tener una empresa.
-¿Cuántas pymes cerraron sus puertas en el último tiempo?
-El número es muy alto: no hay un número cierto. Se habla de 30 por día. Tengamos en cuenta que una pyme está manejada por un emprendedor. Entonces, muchas veces cierra una pyme y automáticamente el emprendedor genera otra actividad, por lo cual no hay un número cierto de cuántas cerraron. Lo concreto es que cierran, quedan locales vacíos. La situación es compleja y si no nos ponemos de acuerdo los actores sociales y económicos de la Argentina, deponemos mezquindades y nos ponemos a trabajar en serio, posiblemente estemos con algunos beneficios transitorios y dentro de unos años estemos exactamente igual.
-Usted ponderó el consumo en el discurso que dio, en la apertura de FIAR, pero, ¿cómo se resuelve la ecuación si se convive con un gobierno nacional que no la alienta?
-El flagelo de la inflación que tenemos es un problema de errores económicos y un tema cultural. Para poder controlar el tipo de cambio y todos los factores inflacionarios hay que sacar al mercado. Y eso genera una recesión brutal como la que estamos viviendo. Hace 14 meses que viene en caída la veta minorista de las pymes, como también es verdad que estamos aumentando mes a mes la venta online. Tenemos que estar acompañados de medidas impositivas, financieras y laborales acordes a las etapas que estamos viviendo.
-¿Qué opina del congelamiento de precios que impulsa el Gobierno?
-Los congelamientos de precios generan el efecto deseado en muy corto plazo. Cuando tenemos un proceso inflacionario desencadenado y no se trabaja realmente... no quiero decir que el Gobierno no esté trabajando, no estamos teniendo el éxito que deberíamos tener... Pero si se congelan precios y la inflación no se controla, es una medida que tiene un efecto real inmediato y en el corto plazo se desactiva automáticamente.
-¿Se convierte luego en hiperinflación?
-No necesariamente, pero el nivel de inflación que tenemos, con un tipo de cambio que estamos tratando de que sea competitivo para poder exportar, se lo termina devorando el incremento de costos y precios. Indudablemente volvemos a retroalimentar la inflación.
-Habló de un acuerdo amplio que contenga a la política, los empresarios y los sindicatos, pero el Gobierno no lo convocó en casi cuatro años. ¿Lo ve viable?
-No vamos a esperar que lo haga el Gobierno, lo estamos provocando nosotros. CAME tiene 1.491 entidades asociadas, estamos a lo largo y ancho del país. Tenemos fortalezas importantes. Primero, la territorialidad y segundo, que cada uno de los dirigentes, absolutamente todos, son titulares de una pyme, independientemente del tamaño y el rubro. Eso nos habilita y nos da el poder para hacer un planteo formal y llamar y convocar a los sectores. No es momento para pretender salvarse en forma aislada. El sector financiero tiene que hacer el esfuerzo que hasta ahora no hizo. El Gobierno tendrá que hacer lo suyo y entender que bajando impuestos vamos a reactivar el mercado interno. El poder sindical va a tener que entender que en esto tenemos que ser socios. No hay un sector más poderoso que otro. Tenemos que entender que la nueva modalidad de trabajar en el mundo es la sinergia de ganar – ganar. Si creemos que en forma aislada cada uno puede hacer lo suyo, los resultados los tenemos a la vista.