Mientras mantiene la incógnita sobre si será finalmente candidata a presidenta, Cristina Fernández de Kirchner iniciará a fines de febrero un raid por Comodoro Py que se extenderá durante todo el año electoral. Lejos de la épica que tuvo su primera comparecencia ante los tribunales federales luego de dejar de poder, en abril de 2016, la senadora le bajará el tono a su desfile judicial, cumplirá con los trámites y seguirá enfocando su discurso en la crisis económica.
La recorrida de Cristina por Comodoro Py se iniciará el 25 de febrero. Será para prestar declaración indagatoria ante el juez federal Claudio Bonadio en la llamada “causa de los cuadernos”. La fecha coincide con la fecha en la que hubiera cumplido años el ex presidente Néstor Kirchner. Desde la muerte de su marido, la senadora suele pasar esos días en su casa de El Calafate, tal como sucedió el año pasado, cuando se ausentó del discurso de apertura de sesiones ordinarias del Congreso que dio Mauricio Macri.
Este año, el 25 Cristina estará en Comodoro Py. Según confirmaron a Letra P voceros del Instituto Patria, la ex presidenta no pedirá prórroga y concurrirá ese día para declarar ante Bonadio. Lo hará sin militancia, acompañada por abogados y secretarios, como lo hizo la última vez, en septiembre de 2018, cuando se presentó ante el juez federal Sebastián Casanello por la causa de “la ruta del dinero K”. Ese día, Cristina ingresó a la audiencia con Casanello y el fiscal Guillermo Marijuán junto al letrado Carlos Beraldi. Entregó un escrito en el que afirmó que hay una “persecución judicial” en su contra y después accedió a sacarse selfies con empleados de distintos juzgados que la persiguieron por los pasillos de Comodoro Py.
Al día siguiente de la declaración frente a Bonadio, el 26 de febrero, Cristina volverá a presentarse en el inicio del juicio oral por presunta corrupción en la obra pública. La ex presidenta había pedido, primero, que la causa fuera enviada a Santa Cruz, ya que fue allí donde la Justicia investiga si fue favorecido de manera irregular el empresario Lázaro Báez. El pedido fue rechazado.
El juicio se sustanciará ante el Tribunal Oral Federal (TOF) N° 2, que forman Jorge Tassara, Rodrigo Giménez Uriburu y Jorge Gorini. Cristina había pedido una postergación en la audiencia que también fue rechazada. Los jueces afirmaron que no existen motivos para que el proceso no comience en fecha.
El de la obra pública será el primero de los juicios orales que la ex presidente deberá afrontar este año y el único que, por ahora tiene fecha de comienzo. Pendientes de confirmación quedan, todavía, la causa por dólar futuro, el juicio por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA que surge de la firma del Memorándum con Irán, y la causa Los Sauces, por asociación ilícita, en la que también están procesados Máximo y Florencia Kirchner. La ex presidenta también está procesada en la causa Hotesur y la investigación que lleva adelante Bonadio sobre las fotocopias de los cuadernos del chofer Oscar Centeno.
En el Instituto Patria, sin embargo, aseguran el foco constante sobre la corrupción no es motivo de preocupación y “tiene un efecto nulo sobre la imagen de Cristina”, ya que lleva más de tres años y su núcleo de votos no disminuyó. “Desde que asumió Macri que están con esto y la imagen de Cristina bajó y volvió a subir”, explicaron en el entorno de la ex presidenta. Algunos asesores de la senadora consideran, incluso, que los juicios orales podrán poner un poco de luz sobre algunas cuestiones que se filtran “de manera oscura” durante la instrucción. “Los juicios orales son más transparentes”, dicen. Además, apuestan a ver si los testigos mantienen las versiones durante la instrucción o se desdicen, como sucedió con el financista Federico Elaskar, quien ante el Tribunal Oral acusó al periodista Jorge Lanata y al dirigente gastronómico Luis Barrionuevo de "llenarle la cabeza" para perjudicar a Cristina.
“Cristina está muy tranquila y sostiene su inocencia. No está preocupada por la situación judicial”, le dijo a Letra P un dirigente de máxima confianza de la senadora. En esa línea, en el entorno de la ex presidenta confirman que evitarán “sobreactuar” la defensa mediática por temas judiciales y mantendrán el eje de la campaña en la agenda económica, el flanco débil del gobierno de Macri.