Fumata blanca en Santa Fe: contra las cuerdas, el gobernador electo, Omar Perotti, cedió y aceptó aprobar con modificaciones el presupuesto que confeccionó el mandatario saliente, el socialista Miguel Lifschitz. De este modo, se cerró una etapa de transición sumamente conflictiva en la provincia.
Este miércoles había comenzado el acercamiento entre peronistas y progresistas. El PJ hizo el cálculo y entendió que no tenía los votos suficientes para impedir la sanción definitiva tal como había llegado del Senado.
Lifschitz celebró la semana pasada cuando contó con la ayuda inestimable de seis senadores justicialistas díscolos, que a la mañana mimaron a Perotti, pero a la tarde convalidaron el presupuesto 2020 que armó el socialista.
La espada legislativa del rafaelino, el diputado provincial Leandro Busatto, recibió al futuro ministro Rubén Michlig y entre ambos plantearon las modificaciones que Perotti pretendía hacerle al presupuesto socialista.
Al rafaelino le interesaba, entre otros tantos cambios, incluir la autorización de tomar hasta 10.500 millones de pesos de deuda con la posibilidad de coparticipar el 30 por ciento a municipios y comunas.
“Discutir y arribar a un consenso, no imponer”, le avisó al PJ, en plena sesión de miércoles, el diputado provincial socialista Rubén Galassi. Sobre la mañana del jueves, se acercaron las posiciones y el PJ aceptó trabajar sobre la base del presupuesto que ya tenía aprobación de Diputados.
La Ley de Leyes con modificaciones se aprobó con 40 votos positivos y cuatro negativos. El experimentado diputado del PJ Héctor Cavallero reveló en la sesión que lo apoyaba a regañadientes. Dijo estar “totalmente en desacuerdo con el método” y habló de que Perotti recibirá una gobernabilidad “transitoria” y no total.
Busatto agregó algo en esa sintonía. Arguyó que “no será un buen presupuesto” y recordó que no se le dio participación al gobierno entrante. “Hubiésemos querido confeccionar un presupuesto que se adecuase a la realidad”, se quejó.
Rápidamente, se derivó al Senado para finiquitar el asunto en la misma tarde. Esta vez, los díscolos no jugaron su carta y a las 19.23 el presupuesto que elaboró Lifschitz se convirtió en ley.