Un día después de la derrota, el gobierno de María Eugenia Vidal dio luz verde a un tarifazo del 25% en las boletas de luz que se aplicará de forma retroactiva al 1° de agosto pero se empezará a pagar desde el 1° de enero próximo, con intereses.
La decisión se dio a conocer en las últimas horas a través de una resolución del Ministerio de Infraestructura, la cual habilita un incremento promedio del 25% que aplicarán las distribuidoras Edelap, EDEA, EDEN, EDES –todas bajo la órbita de DESA, de Rogelio Pagano- y las 200 cooperativas que operan en pequeñas localidades del interior.
El incremento ya había sido autorizado a principios de este año, en un esquema escalonado del que el Gobierno solo aplicó la primera parte, ya que en abril congeló el resto de las subas en el marco de un paquete de "alivio" lanzado a fines de abril para complementar medidas anunciadas por Nación para mejorar la situación económica y social en la previa de las PASO.
Ahora, tras las elecciones, la administración bonaerense resolvió continuar con el último tramo de los aumentos, que tendrá un impacto promedio del 25% en las tarifas y se aplicará de manera retroactiva al 1° de agosto, aunque los usuarios recién comenzarán a pagarlos en enero, con intereses.
Esto se debe a que el Gobierno resolvió, al igual que el año pasado, "prorratear" las subas para que no tengan tanto impacto durante los comicios y sobre el fin de año. De todos modos, a partir de enero los usuarios eléctricos bonaerenses tendrán que afrontar, además del incremento que empezará a correr ese mes, el pago de las diferencias generadas entre agosto y diciembre de este año.
Ese cargo se leerá bajo el ítem "Incremento de Costos Tarifarios (ICT)", ya aplicado durante este año para costear una prórroga similar aplicada el año pasado. Como el ICT se siguió cobrando luego de que los usuarios saldaran esa deuda, fuentes oficiales estimaron que en 2020 solo deberán hacer frente al 40% de la diferencia no abonada.