Alberto Fernández, el candidato a presidente del Frente de Todos, se impuso con el 48,10% de los votos sobre Mauricio Macri, que obtuvo el 40,37% sobre el 97,13% de las mesas escrutadas en las elecciones generales de este domingo. Este porcentaje para la fórmula que comparte con Cristina Fernández de Kirchner lo transformó en el próximo Presidente de la Nación sin segunda vuelta, pero en un escenario donde Fernández mantuvo su caudal de votos y el Presidente mejoró su performance casi en diez puntos respecto a los datos de las PASO del 11 de agosto. El tercer puesto quedó para los aspirantes de Consenso Federal: la fórmula integrada por Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey obtenía el 6,17%.
Las tendencias definitivas del escrutinio provisorio de las generales de este domingo confirmaron parcialmente las correlaciones de agosto. En las primarias la fórmula Fernández – Fernández registró una ventaja del 18% sobre la fórmula compartida por Macri y el senador Miguel Ángel Pichetto. Luego de ese revés Juntos por el Cambio reordenó su campaña y buscó retomar la iniciativa con la caravana del #SíSePuede, que recorrió 30 localidades de todo el país con el objetivo de sacar a la calle al núcleo duro de votantes del líder del PRO.
Los resultados del escrutinio reflejaron que el giro en la estrategia proselitista del oficialismo no logró por completo el objetivo de mitigar este domingo la desventaja de agosto, pero le permitió aumentar casi en diez puntos la cosecha de sufragios respecto a las PASO. El mayor revés para Macri en la disputa por su reelección se registró en la provincia de Buenos Aires, donde obtuvo el 35,93% y perdió por una diferencia de 16,2% detrás de la fórmula Fernández - Fernández, que cosechó el 52,13% con el 95,86% de los votos escrutados.
No era el único número negativo para Juntos por el Cambio en territorio bonaerense: la gobernadora María Eugenia Vidal y el vice Daniel Salvador perdieron su reelección frente a la fórmula de Axel Kicillof y Verónica Magario. La fórmula bonaerense del Frente de Todos obtuvo una cosecha del 52,28% de los votos, mientras que Vidal - Salvador quedaba en segundo puesto con el 38,39%, con el 95,66% de las mesas contabilizadas.
La derrota bonaerense fue uno de los factores determinantes para el desempeño electoral del oficialismo. Pero registró mejoras significativas en Córdoba. Junto con la Ciudad de Buenos Aires es uno de los dos territorios donde Macri ganó en las PASO. Con el 99,15% de las mesas escrutadas, la fórmula Macri - Pichetto cosechó el 61,30% y se impuso con una ventaja de 32 puntos por encima del 29,27% que obtuvieron los candidatos del Frente de Todos en tierra mediterránea.
En la capital, la tierra originaria del PRO, el Presidente obtuvo el 52,30% a favor de su reelección y le sacó una ventaja del 16,61% a la fórmula Fernández - Fernández que sumó el 35,69% de los votos, con el 98,12% de las mesas. Sin embargo, Macri quedó tres puntos atrás de la cosecha obtenida por el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que logró su reelección sin pasar a segunda vuelta, con el 55,81% de los votos. Con ese nuevo techo, el reelecto jefe de Gobierno (e histórico dirigente macrista) venció a Matías Lammens, el aspirante del Frente de Todos, que quedó en segundo puesto con el 35,13%. Con el 98,13% de las mesas escrutadas, la ventaja del oficialismo capitalino sobre la fórmula opositora fue del 20,68%.
La candidatura presidencial de Fernández fue anunciada por CFK el sábado 18 de mayo, que hasta ese momento surgía como la posible aspirante del peronismo para la jefatura del Estado, pero con amplias dificultades para aglutinar a todos sus sectores internos. La nominación se concretó 90 días antes de las primarias y concluyó con diez años de distanciamiento entre ambos.
El paso al costado de CFK le permitió al PJ profundizar un proceso de reunificación que retomó el factor sorpresa en medio de una contienda electoral signada hasta ese momento por la apuesta de la Casa Rosada a polarizar con el kirchnerismo. La movida a nivel nacional fue acompañada por la candidatura de Kicillof para el gobierno bonaerense y buscó capitalizar la postergación que resolvió el Gobierno sobre el desdoblamiento de los comicios provinciales de los nacionales, una iniciativa intensamente promovida por Vidal que fue vetada por Macri.
Alberto Fernández cumplió los 60 el 2 de abril de este año. Se graduó como abogado en la Universidad de Buenos Aires en 1983. Proviene del PJ porteño. Comenzó su carrera política como asesor del entonces Concejo Deliberante de la Ciudad de buenos Aires y de la Cámara de Diputados. En el año 2000 fue candidato a legislador capitalino por la coalición Encuentro por la Ciudad, que tuvo a Domingo Cavallo como candidato a jefe de Gobierno y a Gustavo Béliz como vicejefe. La fórmula perdió a manos de Aníbal Ibarra, pero Fernández juró como legislador el 6 de agosto de 2000 en una de las primeras composiciones de la flamante Legislatura Porteña tras la reforma constitucional que le otorgó autonomía a la Ciudad de Buenos Aires.
El 25 de mayo de 2003 juró como jefe de Gabinete de Ministros de la Nación del presidente Néstor Kirchner y se mantuvo en el cargo hasta julio de 2008, durante la primeros meses de la primera presidencia de CFK. De ese modo, se transformó en el funcionario que más tiempo ocupó ese cargo estratégico, pero dejó el puesto a mediados de 2008, por sus diferencias con la entonces presidenta sobre la política de retenciones para el sector agroexportador. Diez años después, se reencontraron, en un proceso de acercamiento que desembocó en su candidatura presidencial.