En el Día del a Lealtad, el Partido Justicialista se vengó del candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio, Miguel Ángel Pichetto, y le arrebató al senador nacional por Corrientes Carlos "Camau" Espínola, que el rionegrino le había llevado a Mauricio Macri a la Casa Rosada como muestra de la atracción de peronistas disidentes que podía traer consigo.
Esa atracción, que no se extendió más allá del ex medallista olímpico y del puntano Adolfo Rodríguez Saá perdió un soldado este jueves, ya que Espínola fue uno de los dirigentes que se trasladó hasta Santa Rosa para participar del acto que un grupo muy nutrido de gobernadores comparte con la fórmula presidencial del Frente de Todos, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner.
Espínola se mostró con el candidato a vice y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, cuando se selló la fórmula del macrismo. Sin embargo, meses después y luego de la contundente victoria del Frente de Todos en las PASO, viajó a La Pampa para sumarse a la unidad peronista.
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A pesar del amague de un pase al macrismo, el senador no sólo se sumó al acto sino que se sumó a la reunión previa de gobernadores en la capital pampeana.
La venganza del peronismo a Pichetto llega luego de que el ex jefe del PJ en el Senado acordara su desembarco en la fórmula con Macri. Esa mudanza implicaba, según el rionegrino, una intención de robustecer el ala peronista de Juntos por el Cambio, bajo la promesa de incorporar cuadros del peronismo y gobernadores enemistados con el kirchnerismo.
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A cuatro meses de la presentación de la fórmula oficialista, Pichetto únicamente consiguió el respaldo de Rodríguez Saá, que perdió San Luis frente a su hermano Alberto, el primer gestor de la unidad peronista tras la derrota de 2015 ante Cambiemos.